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Formación interdisciplinaria en farmacoeconomía

Cincuenta y siete personas —entre ellas químicos farmacéuticos, médicos, contadores, economistas, licenciados en Ciencias Biológicas, Administración y estudiantes de Ciencias Económicas— participaron de un curso de educación permanente sobre farmacoeconomía, coordinado por la Facultad de Química y organizado junto a las facultades de Ciencias Económicas y de Administración, Derecho y Medicina de la Universidad de la República (Udelar). Los docentes valoraron este viernes, en el cierre de la actividad, la importancia de la formación interdisciplinaria en un tema que cada vez tiene mayor desarrollo mundial y que requiere de un componente local que hasta el momento tiene escaso desarrollo. 



El curso es financiado por el Espacio Interdisciplinario de la Udelar. Comenzó a dictarse a fines de mayo y finalizará a mediados de julio. Por razones de agenda institucional el «cierre simbólico» con las autoridades tuvo lugar este viernes; hablaron la decana de Química, María Torre, el decano de Ciencias Económicas y de Administración, Rodrigo Arim, Óscar Gianneo, asistente académico de la Facultad de Medicina y coordinador del Centro Cochrane Uruguay-Fondo Nacional de Recursos, y Virginia Olmos, presidenta de la Asociación de Química y Farmacia del Uruguay. 

La reseña del curso explica que «la farmacoeconomía es una aplicación de la economía de la salud, focalizada en el campo de la evaluación económica de los medicamentos. Constituye una herramienta para que los profesionales de la salud, tomadores de decisiones dentro de las instituciones de salud y empresas farmacéuticas evalúen las consecuencias clínicas y económicas de sus decisiones y puedan actuar con una libertad responsable sin perder su capacidad de decisión». 

Torre destacó que el objetivo del curso fue «formar recursos humanos de diferentes orientaciones en farmacoeconomía y generar un ámbito interdisciplinario para promover la enseñanza de esta disciplina desde diferentes perspectivas». Reseñó la diversidad de orientaciones de los participantes, así como su procedencia, puesto que si bien en un principio se apuntó a personas de Montevideo, participaron también oriundos de los departamentos de Colonia, Canelones, San José y Río Negro. En este sentido sugirió desarrollar actividades de este tipo en el interior del país. 

Arim valoró que una de las transformaciones más importantes que está viviendo la Udelar es «la capacidad de juntar servicios universitarios que provenimos de disciplinas muy distintas, rompiendo los umbrales y las fronteras que separan a la química de la economía o a la economía de la medicina». Señaló que si bien los esfuerzos del Espacio Interdisciplinario y de la Udelar por converger especialistas de distintas disciplinas son «incipientes, embrionarios, nos permiten aproximarnos a algunos objetos de estudio desde miradas científicas, académicas distintas, divergentes y donde a veces nos cuesta dialogar. Cada uno en su ejercicio profesional o en el ejercicio académico tiene cuentos del otro: los economistas somos “los malos de la película que queremos limitar los recursos destinados a cierto tipo de intervenciones”, nosotros decimos: “los médicos exceden algunos gastos”, ese tipo de diálogos que son absolutamente informales son frecuentes en todas las disciplinas». El decano expresó que la formación en esta área es cada vez más importante debido a la evolución de la farmacología y de las ciencias médicas, pero también para completar la implementación del Sistema Nacional Integrado de Salud. Mencionó que eso «requiere construir masas críticas que lo sostengan desde todas las disciplinas posibles -su convergencia en términos financieros, contables y económicos-, darle sustentabilidad temporal, hasta la necesidad de definir con precisión cuál es el conjunto de prestaciones que el sistema va a prestarle a la población. La Udelar tiene algo que decir al respecto», apuntó. 

A la interna de la Udelar, Arim dijo que el desafío es «cómo darle consistencia y permanencia en el tiempo a este tipo de iniciativas», como cursos periódicos o crear algún tipo de posgrado. 

Gianneo expresó que adquirir herramientas en farmacoeconomía fortalece la toma de decisiones en salud y aclaró que ésta no solo se da «en los ámbitos políticos, sino en los ámbitos pequeños o de mesogestión o de microgestión: en una asesoría farmacéutica, asesorando a directores, cada uno va a sacar lo suyo que le va a servir para tomar mejores decisiones o asesorar a quienes toman las decisiones en materia de salud». Valoró que los docentes que participaron procedían de diferentes carreras universitarias, pero también de diferentes instituciones: del Fondo Nacional de Recursos, de la Asociación de Química y Farmacia del Uruguay y del Hospital de Pediatría JP Garraham de Argentina. Al igual que el resto de los oradores, Gianneo propuso ir por más. Habló de la necesidad de «crear un espacio» y «avanzar en profundización no solamente en formación». También mencionó la oportunidad de investigar en estos temas. 

Olmos mencionó que «el desarrollo de tecnologías aplicadas a la medicina y al área farmacéutica hace que necesitemos herramientas para tomar las decisiones lo más equitativas posibles». Insistió en que si bien es importante tomar como ejemplo lo desarrollado en otros países, «el valor de la farmacoeconomía es local, poder tomar una decisión en base a nuestra población y nuestra realidad». En diálogo con elPortal de la Udelar, Olmos especificó que cuando se hace un estudio farmacoeconómico se tiene que evaluar la calidad de vida, medida por la percepción que tiene la población respecto al estado de salud de una enfermedad determinada (algo que está siendo evaluado por el Fondo Nacional de Recursos), y la parte económica, para lo que se necesita conocer los costos de cada país. «Tenés que saber cuál es el costo de internación, cuánto sale intervenir a una persona por apendicitis, cuánto sale tratarla ambulatoriamente, cuál es el costo de una consulta, e ir sumando todos esos parámetros al valor del estudio que vas a aportar, porque si no, lo que estás haciendo es extrapolar de otros países a una realidad que no es la uruguaya. Que sean tus costos, tu percepción de los estados de salud y puedas hacer el conjunto de las dos cosas». 

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En diálogo con el Portal de la Udelar, jóvenes químicos farmacéuticos que trabajan en la industria explicaron que pese a ser egresados recientes no habían estudiado durante la carrera el concepto de farmacoeconomía. «Pila de estos temas como las herramientas y las técnicas que se aplican son nuevos para nosotros, no sabíamos que se hacían este tipo de estudios y es bueno tener un pantallazo». Un estudiante de las carreras de economista y contador rescató principalmente el contexto interdisciplinario del grupo formado. La experiencia le mostró que conceptos que tenía incorporados no eran claros para otros, al tiempo que sintió que otros profesionales tenían que explicarle a él cosas elementales en sus disciplinas: «tenés que explicar cosas básicas y ellos te tienen que explicar cosas más que básicas», comentó. 

Fuente: Portal

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