La Universidad de la República (Udelar) celebró su 175.° aniversario este 17 de julio, con un acto en el que participaron autoridades nacionales, integrantes de la comunidad universitaria y referentes de la vida política, social y cultural de nuestro país. En el evento el rector Rodrigo Arim destacó «el latido democrático y democratizador» de la institución.
El acto, que se realizó en la Sala Zitarrosa, comenzó con la presentación de un video institucional con el que la Udelar celebra «sus 175 años en movimiento» y su rica historia enraizada en el proceso de construcción del Uruguay como nación. También destaca el camino recorrido como universidad pública latinoamericana, abierta, autónoma y cogobernada conectada con nuestra sociedad y «comprometida con el desarrollo nacional, con la innovación, con la sostenibilidad ambiental, así como con la defensa de la democracia y los derechos humanos».
La oratoria se inició con las palabras del rector Rodrigo Arim, quien saludó a las autoridades presentes -entre ellas la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón-, a académicos y académicas, representantes diplomáticos, integrantes de organizaciones de la sociedad civil y de la comunidad universitaria, a la cual calificó como «abierta y comprometida».
Se refirió al proceso fundacional de la Universidad que tuvo su origen en 1833, cuando por impulso de Dámaso Antonio Larrañaga se crearon las primeras nueve cátedras que iban a conformarla. En 1838 el presidente Manuel Oribe emitió el decreto de creación de la Universidad Mayor de la República, pero no fue hasta el 18 de julio de 1849 que esta se estableció formalmente por mandato del presidente Joaquín Suárez, cuando se cumplían 19 años del juramento de nuestra primera Constitución.
En una república joven y movilizada por guerras y profundos conflictos, los primeros dirigentes «se dieron el tiempo para pensar en qué instituciones y qué instrumentos de política en el plano de la educación se requerían para consolidar el Estado y el proyecto nacional», agregó el rector. Esta Universidad es una de las instituciones más longevas de nuestro país e incluso de ella se derivaron la educación primaria y la educación secundaria, el sistema de instituciones que la nación creó para atender el derecho y la necesidad a la educación, indicó.
Las universidades son comunidades de aprendizaje, observatorios y reservorios de conocimiento y en ellas «las trayectorias sociales y culturales y los conflictos de distinta naturaleza, moldean identidades y sentidos de pertenencia», expresó Arim. La generación de conocimiento y su difusión requieren de un espacio de libertad y de autonomía y estos son rasgos propios de las universidades modernas, sostuvo, dentro de esos rasgos de identidad «es ineludible señalar el impacto de la Reforma de Córdoba de 1918 y los movimientos sociales intelectuales que la rodearon». Este movimiento impulsó la democracia deliberativa y los vínculos horizontales en las universidades; apostó a la democratización del conocimiento y a promover el vínculo sistemático de la formación e investigación universitarias con las necesidades del bienestar colectivo y la construcción de sociedades más justas, explicó, además, la generación promotora de la Reforma de Córdoba «era profundamente americanista», creía en la integración regional y en la universidad como instrumento para avanzar en esa dirección.
«Desarrollo social y cultural justo»
A lo largo de sus 175 años, la Udelar ha sido parte de los movimientos propios del periplo nacional, incluyendo roturas institucionales y diferentes conflictos, «sin embargo, desde su autonomía y gobierno colectivo en diferentes momentos ha demostrado la emergencia de ese latido democrático y democratizador», señaló el rector.
Hizo referencia a la pandemia por COVID-19 y al respecto expresó su orgullo por ser parte de una institución «que puso todos sus músculos en tensión para responder a la emergencia nacional y aportarle al país todo lo que estaba en condiciones de hacer, sin egoísmos ni partidismos». También se declaró orgulloso del clima de discusión interno en la Udelar, donde «con todas las diferencias que existen y que cultivamos, las posturas diferenciadas tienen todo el espacio necesario para tomar decisiones pertinentes rápidas, en tiempo y forma».
Durante toda su historia la Udelar ha hecho aportes enormes a la sociedad, ha formado a la mayoría de los profesionales y técnicos y se ha expandido en el territorio; «aquí se genera mayor parte del conocimiento producido en Uruguay y nuestros grupos académicos son un eslabón clave para que el país permanezca conectado y participando en las redes internacionales y globales que generan ciencia, tecnología y cultura», afirmó Arim. Recordar el pasado es construir identidad pero un aniversario es una oportunidad también para pensar en los futuros posibles: estos «son una construcción política y de la política», planteó.
«En estos 175 años, desde nuestra autonomía y gobierno colectivo y en diálogo con los actores políticos, económicos, sociales y culturales, debemos ser capaces de pensar y transformar a la Universidad de cara a las necesidades del país y a la construcción de un desarrollo social y cultural justo, capaz de promover el bienestar colectivo y la justicia. En este aniversario la Universidad conmemora su historia de compromiso con el país y renueva su vocación de ser parte sustantiva de su desarrollo futuro», concluyó.
Mundo del conocimiento
Por su parte el ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, expresó que la Universidad forma parte de la historia personal y está en el corazón de muchísimas personas, «soy uno de ellos, la Universidad de la República fue la primera institución que me dio un título pero además está asociada a un período muy fermental», comentó. Recordó su ingreso a la institución durante la dictadura y su egreso en democracia; «en medio de eso estuvieron las luchas contra la intervención», la movilización estudiantil hacia la recuperación democrática y luego la instalación de los órganos de gobierno de la Universidad, en los cuales participó. «Eso deja una marca muy especial», indicó.
Señaló que la Udelar ha sabido transformarse y adaptarse a los cambios de época, «la Universidad vieja, como se le decía, todavía muy marcada por tradiciones y dinámicas que se remontaban en la Edad Media, dio lugar a la universidad profesionalista y moderna que asociamos a la figura de Alfredo Vázquez Acevedo. Esa universidad luego se abrió a la investigación y a la extensión, que pasaron a ser funciones esenciales de la institución».
En el retorno a la democracia la Udelar pasó a ser el principal actor de un sistema de educación superior cada vez más complejo, indicó Da Silveira. La institución también se adaptó a los mecanismos regionales de acreditación de carreras y hoy es una Universidad de grandes dimensiones, «sigue siendo una institución viva» con inmensas capacidades de aporte al Uruguay, afirmó.
Observó que un país como Uruguay, «que no puede apostar al tamaño de su economía ni de su población, tiene como única vía para asegurar su lugar en este mundo, el cultivo del conocimiento y la aplicación de conocimiento», motores fundamentales del mundo actual. Finalmente expresó sus deseos de muchos años más de crecimiento y dinamismo para la Universidad.
Orgullo y compromiso
A continuación participaron representantes de los órdenes de cogobierno -Ana Laura Mello por Egresados, Mariangeles Lacava por el orden Docentes y Maite Lanza, por el de Estudiantes-, además del representante de la Asociación Federal de Funcionarios de la Universidad de la República (AFFUR), Paul Schiera. Coincidieron en señalar su orgullo por formar parte de la institución, resaltaron el valor del cogobierno y la participación y declararon su compromiso con esta universidad que ha realizado invaluables aportes al país. Mello resaltó que la aprobación de la Ley Orgánica de 1958 es un hito en la historia de la Udelar por ser producto de la lucha estudiantil y por haber instaurado el cogobierno. La representante estudiantil expresó que la Udelar debe estar al servicio de su pueblo y por eso sus integrantes buscan que esta se desarrolle en un sentido más horizontal y democratizador.
Por su parte Schiera destacó los valores latinoamericanos que sostiene esta universidad, «querida y respetada». Remarcó el esfuerzo y compromiso de las y los funcionarios con la Udelar y con la educación pública. Lacava resaltó el valor de la autonomía para garantizar la libertad académica y la participación democrática, que permiten que la institución sea un espacio donde se cultiva el pensamiento crítico y se fomenta el debate constructivo. «Hoy más que nunca debemos valorar y defender estos principios que han permitido a nuestra universidad ser un agente de cambio», señaló.
Luego tuvo lugar una mesa de intercambio académico entre Mariana Percovich, docente integrante del Núcleo en Arte y Cultura Visual de la Facultad de Artes; Rafael Radi, director del Departamento de Bioquímica de Facultad de Medicina y del Centro de Investigaciones Biomédicas de la Udelar; Gonzalo Tancredi, director del Departamento de Astronomía de la Facultad de Ciencias; y Marisa Buchelli, profesora titular del Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Sociales.
Además, fue presentada la publicación conmemorativa de los 175 años de la Universidad, con la participación de Federico Barreto, coordinador General de la Unidad de Comunicación de Udelar y Nairí Aharonián, del equipo de Ediciones Universitarias.
Por último el público disfrutó de una presentación artística a cargo de la Orquesta de Guitarras de la Facultad de Artes, bajo la dirección de Martín Lazaroff. A la salida del acto las y los asistentes recibieron como obsequio láminas producidas en la Facultad de Artes para este evento.
Nota, fotografías y audiovisual replicadas del sitio web de la Universida de la República.