En setiembre se celebra el Mes de la Diversidad en Uruguay, el cual culmina con la Marcha por la Diversidad en la ciudad de Montevideo, que reivindica los derechos de la comunidad LGBTIQA+, promueve la igualdad y combate la discriminación.
En este marco, la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración y la Universidad de la República invitan a toda la comunidad universitaria a reflexionar y celebrar la diversidad como un derecho humano.
Tipos de diversidad Sexual y de género: contempla la orientación sexual, la identidad de género y las distintas formas de expresión de esa identidad. Cultural y étnica: abarca procedencias nacionales, étnicas y lingüísticas, así como tradiciones y prácticas culturales. Funcional o de discapacidad: incluye diversidad física, sensorial, intelectual, cognitiva y psicosocial. Generacional y de edad: reconoce las perspectivas y experiencias propias de distintas etapas de la vida. Religiosa y espiritual: integra la variedad de creencias, religiones, espiritualidades alternativas y opciones no religiosas. Socioeconómica y educativa: considera las diferencias en recursos económicos, acceso a la educación y trayectorias formativas. ¿Cuáles serían los beneficios de la diversidad? La diversidad es un recurso clave porque implica reconocer y respetar las diferencias que nos caracterizan. Con distintas perspectivas, se amplían los análisis, se fortalece la colaboración y se construyen comunidades más cohesionadas, reduciendo prejuicios y fomentando la inclusión. Incorporar múltiples voces y experiencias permite tomar decisiones y generar conocimiento de manera más equitativa, innovadora y representativa. Lejos de ser un obstáculo, la diversidad aumenta la resiliencia, las oportunidades y la calidad de vida, al mismo tiempo que impulsa la creatividad y la eficiencia en soluciones.
¿Por qué setiembre?
Se eligió setiembre por dos razones:
Cambios de enfoque del movimiento en los años
En Uruguay, el movimiento LGBTIQA+ evolucionó de enfocarse en la homosexualidad masculina en sus comienzos hacia una visión más amplia, incluyendo a lesbianas, bisexuales y personas trans, adoptando el término “diversidad sexual” en lugar de “orgullo gay” para promover inclusión y derechos humanos. En 1997, con el apoyo de ediles, se creó la Semana de la Diversidad en Montevideo, y se amplió el foco para incluir a otros grupos que enfrentan discriminación y exclusión. Esto incluye a personas afrodescendientes, mujeres, personas con VIH, personas con discapacidad y otros colectivos marginados. “La marcha empieza a ser convocante de diversidad de todo tipo y de gente que se siente a gusto entendiendo el mundo desde la diversidad. Entonces marcha y celebra la diversidad. Están nuestras reivindicaciones pero también están las personas con discapacidad, los afros, las mujeres, todas las agendas que se fueron incorporando a la marcha y a los organizadores de la marcha.” - Fernando Frontán para el El Observador (2023) El Primer antecedente en Uruguay fue en 1992, se realizó una concentración convocada por el colectivo Homosexuales Unidos en la Plaza Libertad de Montevideo el 28 de junio, en el marco del Día Internacional del Orgullo LGBT. Participaron muy pocas personas, entre 10 y 20. Registros de la convocatoria de 1992 Esta convotaria se realizó el Día del Orgullo, fecha marcada por los disturbios de Stonewall en Estados Unidos en 1969. Stonewall era un bar frecuentado principalmente por personas homosexuales, bisexuales, trans y drag queens, operaba en la clandestinidad, sin licencia formal. En 1969 ser homosexual era ilegal en muchas partes de Estados Unidos, debido a la “Ley de Conducta Escandalosa” que les prohibía juntarse en bares, y tomar alcohol. La madrugada del 28 de junio, la policía realizó una redada en el Stonewall Inn como era habitual. Esta vez, las personas presentes reaccionaron resistiendo, no se dispersaron, enfrentaron la represión y comenzaron a manifestarse en la calle. Los disturbios duraron varias noches, involucrando a cientos de personas, y se convirtieron en un acto de protesta abierto contra la discriminación y la violencia policial. Imágenes de los disturbios de Stonewall en 1969 En 1993, tuvo lugar la primera marcha llamada “Marcha del Orgullo Homosexual”, que recorrió desde el Obelisco hasta la explanada de la Udelar, autorizada por la Intendencia de Montevideo y acompañada de un fuerte operativo policial. “Esa noche teníamos una sensación que no era ni de alegría ni de felicidad, era más bien de miedo. Si bien estábamos en el 93 todavía había represión. Por eso era que la mayoría de las personas iban camufladas, los gays iban con caras tapadas, éramos tres o cuatro mujeres trans que íbamos a cara descubierta porque el resto de la gente se camuflaba como mezclándose, como para decir 'yo acompaño pero no soy ni gay, ni lesbiana'. ¿Qué va a pasar después cuando terminemos de leer la proclama? ¿Nos estará esperando la policía o no? Íbamos como festejando, pero festejando que podíamos por primera vez caminar, tomar una avenida y decir acá estamos y queremos que se nos respeten nuestros derechos”. Karina Pankievich, presidenta de la Asociación Trans del Uruguay (ATRU) para El Observador Karina Pankievich en la marcha de 1993, registro de Aldo Garay Pero hubo dos marchas: una por la calle y otra por la vereda. Andrea Obregón caminó sobre esta última. Se había enterado que la primera Marcha del Orgullo Homosexual era esa noche. Y fue. Pero no se animó a bajar el cordón de la vereda. “Dábamos gracias en ese entonces que estuviera tan oscura la zona del Obelisco, porque no nos podían ver”, recuerda. Al año siguiente decidió bajar a la calle. Tenía 19 años, llevaba la cara cubierta por un pañuelo y un par de lentes oscuros. Sobre su pecho tenía un cartel: “No soy musulmana, no soy iraquí, soy una lesbiana de este país.” Fernando Frontán, quien vivió la marcha de 1993, comentaba que "No era nada racional lo que gritaban. Era el odio instalado en la sociedad, el rechazo, la aversión, la fobia que le generaba. Era el sentir mayoritario y te bocinaban. Los ómnibus abrían las ventanillas, la gente nos gritaba ordinarieces, y nosotros con las banderitas. ¡Parejas legales, para homosexuales!, ¡No a la discriminación, no a la discriminación!, Lesbiana, yo soy lesbiana porque me gusta y me da la gana. Esas eran nuestras vocecitas tenues ante la opresión. Había que tener huevos para hacer eso". Extraído de nota de El Observador Fernando Frontán recibiendo un homenaje de parte de la Secretaría de Derechos Humanos de Uruguay (2025) Enlaces de interés:
Línea temporal de hitos
Historia Afro en Uruguay
En 2004 se establece la siguiente Ley N.º 17.817 contra el racismo, la xenofobia y toda forma de discriminación: “A los efectos de la presente ley se entenderá por discriminación toda distinción, exclusión, restricción, preferencia o ejercicio de violencia física y moral, basada en motivos de raza, color de piel, religión, origen nacional o étnico, discapacidad, aspecto estético, género, orientación e identidad sexual, que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública.” En 2013, sale la Ley de Acciones Afirmativas (Ley N.º 19.122) que establece cupos del 8 % para afrodescendientes en concursos del Estado, becas estudiantiles y programas laborales. El candombe, la llamada y su espacio sociocultural fueron declarados Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2009.
Derechos de las personas con discapacidad
Primeras décadas del siglo XX: La asistencia era caritativa y médica, centrada en asilos y hospitales. Entre 1910 y 1930 se crearon las primeras escuelas especiales para personas sordas, ciegas y con discapacidad intelectual, con escaso reconocimiento de derechos. 1950-1970 – Organización inicial: Surgen asociaciones de familias y usuarios, como la Asociación de Ciegos del Uruguay (1959) y la Asociación Down del Uruguay. Se comienza a promover rehabilitación laboral y empleo protegido. Dictadura (1973-1985): Las organizaciones funcionaron en silencio, reclamando servicios básicos pese a la represión y la crisis económica. Retorno democrático y década de 1990: La Ley Nº 16.095 (1989) estableció protección integral en salud, educación y trabajo. Se creó el Programa Nacional de Discapacidad (PRONADIS) para coordinar políticas. 2000-2010 – Derechos y accesibilidad: La Ley Nº 17.378 (2001) reconoció la Lengua de Señas Uruguaya; la Ley Nº 18.418 (2008) estableció cupos del 4 % en empleo público. Se creó REDES para incidir en políticas y se incluyó la variable discapacidad en censos. 2011 en adelante – Marco de derechos humanos: Uruguay ratificó la Convención de la ONU sobre derechos de personas con discapacidad (2011). La Ley Nº 19.691 (2018) amplió cupos al sector privado y se desarrollaron políticas de accesibilidad universal y educación inclusiva. La lucha transitó de un modelo asistencial a uno de derechos humanos, con leyes de cupo laboral, educación inclusiva, reconocimiento de la LSU y políticas de accesibilidad universal.
Referentes
Gloria Álvez Mariño (1943-2021) Fundadora de la Mesa Coordinadora de Travestis (MCT) y líder de la Asociación Trans del Uruguay (ATRU). Sobreviviente de terapias de conversión, impulsó la visibilidad del colectivo trans y sentó bases para sus derechos legales, sociales y de salud en Uruguay. Karina Pankievich Presidenta de la Asociación Trans del Uruguay (ATRU) y activista histórica desde los años 80/90. Impulsó la Ley Integral para Personas Trans (2018), defendió su vigencia en el referéndum de 2019 y fue declarada Ciudadana Ilustre de Montevideo por su labor en derechos humanos y diversidad. Karina Pankievich en la primera marcha en 1993 Gloria Meneses (1910-1996) Primera travesti pública reconocida; figura icónica del movimiento. Participó en las primeras marchas del orgullo; su vida inspiró proyectos culturales y homenajes. Roberto Acosta Participó en los inicios y organización de la Marcha por la Diversidad y fue declarado Ciudadano Ilustre en 2018 por su trayectoria en derechos humanos y diversidad. “En época de dictadura, por ir caminando como yo iba, vestido de una manera diferente, yo toda la semana estaba en jefatura”. Diana Mines Fotógrafa y activista lesbiana, impulsó la visibilidad de las mujeres lesbianas y participó en la organización de la primera Marcha del Orgullo en Uruguay; reconocida en 2022 por su contribución al activismo LGBTI+. Fabián Giménez Gatto Activista intersexual, filósofo y académico. Coordina el Seminario Intersex en la Universidad Autónoma de Querétaro (México). Reconocido por visibilizar experiencias intersexuales y criticar prácticas médicas que afectan a esta comunidad. María Esperanza Barrios (1892–1932) Escritora y periodista afro-uruguaya, cofundadora de la revista Nuestra Raza en 1917, pionera en visibilizar la población afro en Uruguay y comprometida con la justicia social y la equidad racial. Iris Cabral (1915–1936) Periodista y activista afro-uruguaya, participó en la revista Nuestra Raza, promovió la educación y los derechos de las mujeres afrodescendientes, y fundó el primer sindicato de trabajadoras domésticas. Reconocida con homenajes póstumos, como la Plaza Iris Cabral en Montevideo. Gloria Rodríguez Primera senadora afrodescendiente en la historia del país, electa en 2024. Ha sido una firme defensora de la equidad racial y de género, señalando las barreras históricas que enfrentan los afrodescendientes en Uruguay. Fiorella Buzeta Activista y política uruguaya, reconocida por su militancia en favor de los derechos de las personas con discapacidad. En 2004, sufrió un accidente que le provocó parálisis de los miembros inferiores. Ha desempeñado roles políticos y sociales, incluyendo su actual cargo como edila en la Junta Departamental de Montevideo.