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Danilo Astori (1940-2023): “...mi gran vocación ha sido la docencia”

El presente texto constituye un aporte del cuerpo docente de Economía del Uruguay, Unidad Curricular de la que Danilo Astori fue el primer docente responsable o Catedrático, como se le decía en el Plan 90 cuando surgió.

Danilo Astori ingresó a nuestra facultad en 1957. Como casi todos los estudiantes de aquel entonces aspiraba a ser Contador Público. Pronto, quedó impactado con docentes de la talla de Israel Wonsewer, Luis Faroppa y Enrique Iglesias que analizaban las transformaciones que se estaban produciendo a nivel mundial y nacional culminada la recuperación europea luego de la segunda guerra mundial. En paralelo, luego del agotamiento del modelo ISI a mediados de los cincuenta, la denominada “crisis estructural” del Uruguay combinaba estancamiento productivo con desequilibrios macroeconómicos, habilitó la incidencia creciente de los economistas en el debate público (Barbato, 1986). La modificación de régimen cambiario en 1956 contó con el asesoramiento del Cr. Alberto Faroppa, Cr. Israel Wonsewer y el Cr. Iglesias.

La revalorización de la ciencia económica tuvo un impacto muy importante en la vida de nuestra facultad como en la política nacional. En aquel entonces regía el Plan 1954 que reconocía tímidamente el campo de estudios de la Economía como un campo específico. Dicho plan distingue dos tipos de orientaciones: el “Sector Economía” y el “Sector Administración y Hacienda”. con sus respectivos títulos Contador Economista y Contador Hacendista. Danilo optó por ser Contador-Economista.

A partir de 1960, los economistas tuvieron su primer gran ámbito de actuación con la creación de la Comisión de Inversiones y Desarrollo Económico (CIDE). Bajo la conducción del Cr. Enrique Iglesias, se contó con el apoyo de un vasto conjunto de técnicos nacionales y extranjeros que aportaron capacidad y análisis sobre la realidad nacional para que sirvieran como insumos para la toma de decisiones de política económica. La elaboración de Censos de Población y Vivienda, Censos agropecuarios e Industriales, estudios sectoriales y el surgimiento de las Cuentas Nacionales, puso a disposición un amplio abanico de información en un país que para muchos “se desconoció a sí mismo” hasta ese entonces (Barbato, 1986).

En paralelo, Danilo Astori ingresó como investigador al Instituto de Economía en 1960 y dos años después actuó como profesor en la cátedra de Teoría Económica II. En 1963, se graduó junto con Alberto Couriel, José Santías y Ricardo Zerbino. Su tesis se titula “Vinculación entre educación y desarrollo económico y social” y da cuenta de la inspiración estructuralista que desde los cincuenta circulaba en nuestro medio académico. Simultáneamente, en el marco de la CIDE, comenzó su actividad profesional en la Oficina de Política y Programación Agropecuaria (OPYPA).

Por otra parte, la existencia de más y mejores datos estadísticos, así como la experiencia de la CIDE, no solo en la elaboración de informes sino también en la capacitación de un conjunto importante de estudiantes y funcionarios públicos con expertos extranjeros y nacionales, propiciaron el cambio de plan de estudios en la Facultad. Es así que surge el Plan 1966 que marca una mayor diferenciación entre economistas y contadores. En dicho plan, se incorpora el estudio de la Estructura Económica Nacional, cuyo contenido refiere fundamentalmente a la Contabilidad Social y a aspectos claves de la realidad económica nacional, en perspectiva de largo plazo. Este es el principal antecedente de lo que después será la Cátedra de Economía del Uruguay a partir del Plan 90. Danilo Astori, será un común denominador de ambos cursos, ya que desde principios de los setenta fue el docente responsable del curso de Estructura Económica Nacional. Según su testimonio:

La gran novedad que trae el curso de Estructura Económica Nacional en 1970, en el marco del Plan de 1966, es el análisis de la estructura económica del Uruguay, la visión de larga duración, de los conceptos profundos, que duran, para la caracterización del Uruguay. La gran novedad era que empezábamos a estudiar al Uruguay desde el punto de vista económico. Al mismo tiempo, se profundizaba en los instrumentos descriptivos de la Contabilidad Social y Nacional para plantear el perfil y las características fundamentales de esos rasgos estructurales. Pero si tuviera que resumir el contenido de esa materia, yo diría una visión estructural del Uruguay utilizando elementos descriptivos como la contabilidad social y nacional”

En 1972, Samuel Lichtensztejn fue electo Rector de la Universidad de la República y poco después, Danilo Astori fue elegido como el decano de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración. Con tan solo 32 años, fue el decano más joven de la historia. En junio de 1973 acontece el golpe de Estado y en octubre de dicho año se interviene la Udelar y sus decanos son encarcelados, sumariados y destituidos. Eso implicó que Danilo, así como la mayoría del cuerpo docente fuera sumariado y destituido.

Viéndose imposibilitado su trabajo en la Udelar, al igual que el de tantos docentes de aquel entonces, formó parte de la generación que construyó centros privados de investigación. Se trató de respuestas a la censura, represión y desmantelamiento de las ciencias sociales. Con dificultades de financiamiento y en condiciones iniciales de “semiclandestinidad”, los centros privados lograron mantener vivas las ciencias sociales y darle continuidad a los proyectos previos a la dictadura. En el caso de los economistas, se trató de mantener vivo el programa de investigación impulsado desde el IECON previo a la dictadura. En particular, aquél que el libro “El Proceso Económico del Uruguay” (IECON, 1969) había forjado como nuevas bases para la interpretación de la acumulación de capital en nuestro país.

Danilo Astori formó parte del Centro Interdisciplinario de Estudios del Desarrollo del Uruguay (CIEDUR) del que llegó a ser director. Mantuvo un perfil de confrontación cívica a la dictadura, desde donde contribuyó a la formación de los más jóvenes posibilitándoles la experiencia de la investigación, generando acuerdos para la realización de posgrados en el exterior. Además, CIEDUR fue la institución modelo en la incorporación de los ex presos políticos (Daniel Olesker, Juan Manuel Rodríguez, Luis Stolovich, entre otros) y exiliados al momento de volver al país, con un programa muy ambicioso que se llamó “Por la Vuelta”. Los Archivos del Terror dan cuenta de más de un interrogatorio que Astori debió afrontar por las tareas que desarrolló el centro.

En momentos de transición hacia la democracia, Danilo Astori fue uno de los cuatro economistas que participó de la Concertación Nacional Programática por el Frente Amplio. Los otros tres pertenecían a CINVE y al CLAEH, dando cuenta del compromiso inequívoco de dichas instituciones con la democracia.

Ya en democracia, Danilo Astori volvió a su antiguo cargo de decano de nuestra facultad, ejerciendo hasta 1989 cuando se volcó con mayor intensidad a la vida político partidaria, siendo candidato a vicepresidente por el Frente Amplio. Sin embargo, jamás abandonó la docencia hasta su jubilación y con la llegada del Plan 90 fue el catedrático y el principal referente de la materia Economía del Uruguay.

Sobre cómo concebía la actividad docente, en 2021 en el marco de las actividades por los 30 años del curso de Economía del Uruguay nos decía; “... yo nunca tuve dudas que lo que más me gustaba en la actividad era la docencia, nunca. Porque me apasionaba aquello de que, no es una frase mía pero me representa, aquello de enseñar aprendiendo y aprender enseñando. Soy testigo, y puedo fundamentar, que eso de enseñar aprendiendo y aprender enseñando es el corazón de la actividad docente y sigue siendo lo que más me gusta en la vida [...] mi gran vocación ha sido la docencia”.

En relación al curso, nos decía; “En Economía del Uruguay se mantiene el enfoque del análisis estructural de la economía nacional en sus grandes momentos históricos. Y en la metodología, incorpora algo importante que es no solo referirse a los elementos descriptivos, sino también hacer un enfoque epistemológico de la materia de estudio. De modo que los estudiantes asuman no sólo los instrumentos, sino cómo a partir de ellos se puede pasar a la teoría, estableciendo hipótesis introductorias, desarrollo de las hipótesis, contrastación de la realidad y construcción de teoría con la contrastación con la práctica. No era simplemente saber cómo se mide el consumo, la inversión, las exportaciones sino también cómo esa medición puede terminar en la construcción de conocimiento. Por eso pongo el acento en la incorporación de estos elementos porque a mi juicio, han tenido y siguen teniendo, más que nunca, una incidencia muy importante en la formación del economista”.

Respecto a la evolución del curso y los desafíos a futuro expresaba: “El curso en términos generales, desde que existe, ha sabido acompañar los cambios en la realidad nacional y ha incorporado en el programa de estudios, yo lo he venido siguiendo, esos cambios. Acá la consigna es que para cambiar hay que conocer y si nosotros no conocemos la realidad en forma rigurosa, académica, fundamental no vamos a poder realizar propuestas de transformación de esa realidad. Por tanto, el economista debe poder seguir los cambios en la realidad y actualizar los instrumentos que utiliza para interpretar dichos cambios. Me parece que son los grandes desafíos que tiene un estudiante de economía hoy y si agregamos no solo la velocidad de los cambios, que ha aumentado, sino las hipótesis sobre el futuro como en el análisis del ambiente, temas nuevos como la economía digital, ahí vamos a encontrar desafíos muy importantes para los economistas de hoy con proyección hacia el futuro. O sea, es un gran desafío que la facultad encare temas que incluso a primera vista no existen en la realidad actual pero que indefectiblemente estarán presentes en un futuro próximo. Anticiparse a esos cambios e ir preparando la formación del economista, ese es un desafío fundamental porque estará siempre vigente el que “para cambiar hay que conocer”.

"No se puede trabajar sobre posibles transformaciones o la presencia de nuevos elementos sin conocer lo que sucede hoy”.

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