--Verónica Amarante y Paola Azar
En el marco de los festejos por los 70 años del Instituto de Economía (IECON) y del lanzamiento de la Edición 2020 de la Maestría en Economía, el 1 de noviembre se realizó una discusión sobre líneas de investigación en economía de género. En esta oportunidad, Mariana Marchionni, investigadora del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (CEDLAS) de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de La Plata, brindó una ponencia sobre las brechas de género en América Latina. Luego de presentar un detallado panorama sobre la brecha de participación laboral y discutir su asociación con las percepciones sobre los roles de género, Mariana se centró en el fuerte desbalance de género que existe en el reparto de las responsabilidades de cuidado y las tareas domésticas. En ese marco, destacó algunas investigaciones recientes para la región que, gracias a la disponibilidad de nuevas fuentes de información que realizan un seguimiento de las personas a lo largo de su vida o de etapas de su vida, permiten acercarse al estudio del impacto de eventos tan relevantes como la maternidad.
Con esta nueva aproximación metodológica es posible identificar efectos causales de tener el primer hijo/a con precisión, y obtener resultados de mayor significación y magnitud que los provenientes de estudios previos basados en estrategias alternativas (por ejemplo, Angrist & Evans, 1998). La nueva evidencia proveniente de los países desarrollados es contundente: el nacimiento del primer hijo/a implica reducciones significativas y persistentes en el empleo femenino (Angelov et al., 2016; Kuziemko et al., 2018, Kleven et al. 2018, 2019), sin que se registren penalizaciones por paternidad.
En este sentido, el estudio de Kleven et al. (2019) para cinco países europeos evidencia los efectos causales de la maternidad sobre las remuneraciones: mientras que los ingresos laborales de hombres y mujeres evolucionan de forma similar previo a la presencia de hijos/as, comienzan a divergir significativamente luego del nacimiento. Las mujeres experimentan una caída de ingresos inmediata, considerable y persistente luego de este evento, mientras que los ingresos de los hombres no se ven afectados. Diez años luego del nacimiento, las mujeres no logran recuperar sus niveles salariales. La penalización de ingresos por maternidad en el largo plazo va desde 21% en Dinamarca hasta 61% en Austria. Esta caída en los ingresos laborales femeninos puede provenir de tres canales: el margen extensivo del mercado laboral (empleo), el margen intensivo (horas de trabajo) y los niveles salariales. En los países escandinavos (Suecia y Dinamarca) y en Alemania y Austria, una parte sustantiva de la penalidad salarial se explica por el margen intensivo y el salario por hora, mientras que en EEUU y Reino Unido, la penalidad en el empleo y la salarial son similares, sugiriendo que el margen extensivo es el principal canal de penalización salarial.
En el caso de Chile, el estudio de Berniell et al. (2019) en base a las Encuestas Longitudinales de Protección Social (ELPS) muestra que el evento de tener el primer hijo es decisivo en la trayectoria laboral de las mujeres, pero no en la de los hombres. La tasa de empleo femenina cae 20% luego del primer hijo, y la brecha persiste 10 años después y con un impacto mayor para las más educadas. Adicionalmente, la tasa de informalidad crece 25% para las madres después del nacimiento del primer hijo/a y es persistente en el tiempo. El empleo informal, que implica mayor flexibilidad en término de jornadas más reducidas o arreglos horarios más flexibles a costa de la pérdida de beneficios (derechos laborales, seguridad social, ingresos, etc.) parece ser una estrategia para enfrentar la carga de trabajo asociada al cuidado infantil. También encuentran un aumento de 40% en la proporción de mujeres en empleos de tiempo parcial luego del nacimiento del primer hijo/a.
Un estudio similar para Uruguay, realizado por Querejeta (2019), en base a los registros administrativos del Banco de Previsión Social (BPS), muestra una caída abrupta en el empleo formal en el cuarto mes luego del nacimiento, que coincide con el fin del subsidio maternal, y una acentuación de esta penalización con el tiempo, que alcanza el 60% 10 años después. El impacto es de magnitud considerable, especialmente si lo comparamos con los resultados referidos a países desarrollados. Sin embargo es importante destacar que este impacto incluye la reducción del empleo y la migración a empleos informales, que no se registran en la fuente de datos utilizada. El estudio también muestra un aumento de 20% en el empleo a tiempo parcial en el caso de las mujeres de menor nivel salarial.
Estos resultados tan precisos y claros indican que la penalización por maternidad es un factor fundamental de las brechas en participación, empleo e ingresos que observamos en el mercado laboral. Por consiguiente, colocan en el centro de la discusión al papel de las políticas públicas, además de hacernos reflexionar sobre los roles y actitudes de género y los mecanismos para su transformación. En relación con las políticas públicas, además de las medidas en pro de la equidad de género en el mercado laboral, como las regulaciones contra la discriminación, son de vital importancia las licencias parentales y los servicios de cuidado infantil. Los países en desarrollo han expandido considerablemente este tipo de intervención, y existen interesantes debates sobre su rol y eficiencia (ver Olivetti & Petrongolo, 2017). En relación con las normas y actitudes de género, está documentado que las visiones más igualitarias en términos de equidad de género corresponden a personas con mayores niveles de educación, por lo que allí hay un canal indirecto para el accionar de las políticas públicas.
Referencias
Angelov N., Johansson P. & Lindahl E. (2016). “Parenthood and the gender gap in pay”. Journal of Labor Economics, 34 (3): 545-579.
Angrist J., & Evans W. (1998). “Children and Their Parents' Labor Supply: Evidence from Exogenous Variation in Family Size”. The American Economic Review, Vol. 88, N° 3.
Berniell I., Berniell M., Mata D., Edo M. & Marchionni M. (2019). “Gender Gaps in Labor Informality: the motherhood effect.” Documentos de Trabajo del CEDLAS; no. 247. Universidad de la Plata.
Kleven, H., Landais, C., Posch, J., Steinhauer, A., &Zweimüller, J. (2019). “Child Penalties Across Countries: Evidence and Explanations.NBER Working Paper No. 25524
Kuziemko I., Pan J., Shen J. & Washington E. (2018). “The Mommy Effect: Do Women Anticipate the Employment Effects of Motherhood?”. NBER WorkingPaper, No. 24740.
Olivetti C. & Petrongolo B. (2017). “The economic consequences of family policies: lessons from a century of legislation in High-Income countries”. Journal of Economic Perspectives, Vol. 31, No 1: 205-230.
Querejeta M. (2019). “Impacto de la maternidad en la trayectoria laboral de las mujeres. Evidencia para Uruguay”. Tesis para la obtención del título de Magíster en Economía Internacional. Facultad de Ciencias Económicas y de Administración, UdelaR.