--M. Sylvina Porras-Arena[1]
El desempleo es uno de los indicadores económicos clave del desempeño de una economía: desde el punto de vista de la eficiencia implica la existencia de recursos ociosos y desde el punto de vista social implica pérdidas de bienestar para la población en su conjunto y en particular para las personas que lo padecen.
Además, la falta de puestos de trabajo en los países de América Latina y el Caribe se asocia con la marginación y la pobreza, por lo cual, cuando los niveles de desempleo son altos o presentan tendencias al alza, se genera una alerta para la sociedad en su conjunto.
Pero, ¿alcanza con que se genere crecimiento económico para solucionar el problema del desempleo en los países latinoamericanos? ¿Cuál es el efecto de los vaivenes de la actividad económica sobre el desempleo de estos países? ¿Qué nivel de crecimiento económico debería darse en cada país latinoamericano para que se produzca una reducción de al menos 1 punto porcentual en sus tasas de desempleo? No hay una respuesta única a cada una de estas preguntas. La evidencia internacional indica que la relación entre las variaciones de la actividad económica y el desempleo difiere entre países y depende de varios factores.
El pionero en estudiar esta relación fue Arthur Okun (1962) quien descubrió para los Estados Unidos (1947-1960) una regularidad empírica relevante, la que posteriormente llevó su nombre: ley de Okun. Su aporte fue señalar que por cada 1% de crecimiento de la actividad económica de los Estados Unidos por encima de su crecimiento “normal”,[2] la tasa de desempleo de ese país se reducía 0,3 puntos porcentuales.[3] Mucho se ha investigado sobre esta relación desde su descubrimiento, pero la gran mayoría de los estudios se han realizado para países desarrollados, siendo aún escasa la evidencia empírica para países latinoamericanos. Sin embargo, el aumento del desempleo en estos países se asocia en general con escasos estímulos de la actividad económica o a la falta de políticas tendientes a estimular la demanda agregada, aún sin tener muy clara la relación existente entre dichas variables, y en espera a que el crecimiento económico traiga la solución al problema.
Así, la investigación que se llevó a cabo aporta evidencia sobre la relación desempleo - actividad económica para los países latinoamericanos, confirmando su validez en algunos casos y refutándola en otros, ampliando la escasa evidencia empírica existente que sugiere una relación más débil en estos países que en la mayoría de los países desarrollados. En segundo lugar, la investigación aporta evidencia que indica que ciertos factores que caracterizan a los mercados de trabajo de las economías en desarrollo (informalidad, trabajo familiar no remunerado, trabajo autónomo, etc.) que se presentan con mayor relevancia en unas economías que en otras, ayudan a explicar las diferencias en la reacción del desempleo ante variaciones de la actividad económica.
Resultados
La ley de Okun se cumple para varios países latinoamericanos: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Panamá, Uruguay y Venezuela. Ello se confirma utilizando datos de la base CEPAL para el período 1980-2017 con distintos métodos para estimar dicha relación. A excepción de Colombia, los resultados obtenidos son relativamente similares para este conjunto de países, e indican que en promedio, por cada 1% de crecimiento de la actividad económica por encima de su nivel “normal”, se debería esperar una reducción de sus tasas de desempleo de entre 0,2 y 0,3 puntos porcentuales. Colombia es el país latinoamericano que presenta en promedio la mayor reacción del desempleo ante el crecimiento económico, pero también es uno de los países con elevado margen de error de la estimación puntual.
En el caso de Bolivia, Ecuador, Honduras y Nicaragua las estimaciones realizadas indican que no se estaría cumpliendo la ley de Okun, lo cual significa que las variaciones cíclicas de la actividad económica tienen escasos efectos sobre el desempleo.
Para los demás países analizados (México, Paraguay y Perú) los resultados de las estimaciones indican relaciones más débiles entre el desempleo y la actividad económica, e incluso nulas en algún período, dependiendo del método de estimación utilizado. Por lo tanto, en estos casos tampoco se puede rechazar la hipótesis de que las variaciones cíclicas del producto tienen efectos nulos o reducidos sobre el desempleo.
Se clasificaron los países en dos grupos según los resultados obtenidos al estimar la relación de Okun: Grupo 1 – países en donde la relación se cumple y los valores estimados de dicha relación resultaron similares y Grupo 2 - países en donde la relación no se cumple o sus valores estimados indican una relación muy débil o casi nula en algunos casos o períodos. Indagando sobre los factores que pudieran explicar las diferencias entre esos dos grupos de países se observa que los países del Grupo 2 se caracterizan por registrar los más altos porcentajes de: empleo autónomo, de trabajadores familiares no remunerados, de empleo en el sector agropecuario y de empleo en la economía informal. Efectivamente, estos factores discriminan, salvo alguna excepción, entre estos dos grupos de países, como se observa en los primeros cuatro gráficos de la izquierda. En esos gráficos se presenta el peso (en %) sobre el empleo total de los trabajadores por cuenta propia, de ocupados sin seguridad social, de familiares que trabajan sin remuneración y de los ocupados en el sector agropecuario (las columnas en gris claro son los países del Grupo 1 y en gris oscuro los países del Grupo 2).
Este análisis se refuerza observando la relación lineal entre la relación estimada de Okun y los valores de dichas variables explicativas (los primeros cuatro gráficos de la derecha).[4] Las nubes de puntos que se forman en cada uno de esos gráficos muestran una clara relación negativa entre esas variables y el coeficiente de Okun (en valor absoluto), lo cual implica que la presencia de elevados porcentajes de empleo autónomo, de trabajadores familiares no remunerados, de empleo agropecuario y de empleo informal, están asociados con que las variaciones cíclicas de las producción tengan efectos de menor importancia sobre el desempleo.
En cuanto al empleo autónomo, su relación negativa con la relación de Okun se fundamenta en el hecho que el empleo por cuenta propia opera en gran medida como "empleo refugio'' y suele registrar un comportamiento contrario a las variaciones cíclicas de la actividad económica o débilmente pro-cíclico. Por lo tanto, cuando existe un alto nivel de empleo por cuenta propia respecto al empleo total, la destrucción del empleo asalariado durante las recesiones económicas tiene efectos más débiles en la tasa de desempleo agregada, ya que gran parte de ese empleo que se destruye pasa a formar parte de emprendimientos autónomos, como forma de sobrevivencia. Además, los efectos del mayor dinamismo económico sobre el desempleo en los períodos de recuperación serán débiles, si gran parte de los empleos que se generan son ocupados por trabajadores que abandonan el autoempleo. Estas situaciones conducen a una débil relación desempleo- actividad económica y por tanto, cuanto mayor es la prevalencia del trabajo por cuenta propia, menor será (en términos absolutos) el coeficiente de Okun.
Otra de las características que diferencian a los mercados de trabajo latinoamericanos es el alto porcentaje de empleo informal, y de trabajadores familiares no remunerados. Hay evidencia internacional que indica que el comportamiento del empleo informal en las diversas fases del ciclo económico repercute también en la ausencia o débil relación entre el desempleo y la actividad económica, dado que son empleos en general ocupados por trabajadores de baja calificación, con serias dificultades de inserción en el sector formal y que encuentran en ese tipo de ocupaciones su único sustento, y que no pueden darse el lujo de permanecer desocupados. La distribución de empleos con estas características también es diferente entre los países latinoamericanos, desde Bolivia que según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) presenta un elevadísimo porcentaje (en el entorno del 80%) de los ocupados en el empleo informal hasta Uruguay con algo más del 30% de los ocupados.
En el caso del peso de los trabajadores familiares no remunerados también se observan diferencias importantes entre los países latinoamericanos, desde Chile y Uruguay en donde este tipo de ocupaciones ronda el 1% a Bolivia con un 17% del total de ocupados. Las variaciones cíclicas del producto afectarán mucho menos al desempleo en aquellos países donde estas ocupaciones sean de importancia, dado que las relaciones laborales que se generan en este tipo de ocupaciones no se enmarcan dentro de la lógica general de la relación patrón-empleado.
A su vez, la especialización productiva sectorial juega también un rol en explicar diferencias en la reacción del desempleo respecto a las variaciones de la actividad económica debido a que hay actividades productivas que utilizan en forma intensiva a la mano de obra como son en general las actividades de servicios y otras en las que el uso de mano de obra es menos necesario, como son las actividades en el agro. Ello implica que un estímulo por parte de la demanda que incremente la producción agropecuaria tendrá efectos de menor importancia en el empleo total, y en consecuencia el desempleo se verá débilmente afectado. Además, la importancia en el empleo de este tipo de actividades es muy diferente entre los países latinoamericanos. Según datos de CEPAL, en Honduras supera el 30% del empleo total mientras que en Uruguay es aproximadamente el 10%. Así, aquellas economías que tengan un mayor peso relativo del empleo en las actividades agropecuarias es dable esperar que presenten coeficientes de Okun más bajos en valor absoluto.
Finalmente, las leyes o instituciones laborales son señaladas también en la literatura previa como factores determinantes a la hora de explicar las diferencias entre países o variaciones en el tiempo del coeficiente de Okun, debido a que generan rigideces en los mercados de trabajo (costos para las empresas de contratar o despedir trabajadores) dificultando más en algunos períodos que en otros, o más en unos países que en otros la posibilidad de ajuste del empleo (al alza o a la baja) ante variaciones de la actividad económica. La variable disponible sobre la regulación de los mercados de trabajo latinoamericano (índice EPL de OCDE-BID), que da cuenta en forma muy limitada sobre ese problema (en la mayoría de los países se cuenta con un dato puntual para uno o dos años, y además es una índice agregado) no logra discriminar entre estos dos grupos de países ni tampoco se constata una relación lineal entre esa variable y la relación de Okun (últimos gráficos), es decir que no se encontró relación entre el coeficiente de Okun y el índice EPL que mide la legislación de protección al empleo y por lo tanto da cuenta sobre la flexibilidad al ajuste del mercado de trabajo.
[1] Esta nota se basa en la investigación realizada por Porras-Arena, M.S. y Martín-Román, Á.L. titulada “Relación entre las características de los mercados de trabajo latinoamericanos y la ley de Okun” y publicada en Serie Documentos de Trabajo, DT 10/2020. Instituto de Economía, Facultad de Ciencias Económicas y Administración, Universidad de la República, Uruguay.
[2] Se entiende por crecimiento “normal” aquel nivel necesario para mantener a la tasa de desempleo estable. Es decir que para que el crecimiento económico impacte sobre la tasa de desempleo, el crecimiento de la actividad económica debe superar al crecimiento de la población económicamente activa más el crecimiento de la productividad del trabajo.
[3]Estudios con datos más recientes que los utilizados por Arthur Okun indican una mayor reacción del desempleo al crecimiento económico para los Estado Unidos, en el entorno de 0,4.
[4] Cada punto del gráfico corresponde a un país y su ubicación en el gráfico depende de los valores que el país presenta sobre las variables indicadas en los ejes: la relación de Okun estimada (eje de las ordenadas o vertical) y el % de los ocupados con ciertas características (eje de las abscisas u horizontal).