--Martin Leites y Joan Vilá
En el mes de octubre de este año se realizó la presentación pública del cuaderno de Desarrollo Humano número 12. Esta investigación se enmarcó dentro de una de las líneas de investigación del grupo de desigualdad y pobreza. A continuación, se presenta un resumen de los principales resultados. Una versión completa está disponible en este enlace.
Introducción
Este cuaderno tiene como objetivo aportar evidencia sobre los niveles de movilidad económica intergeneracional en Uruguay, entendida como la relación (o dependencia) entre los ingresos de padres/madres y sus hijos. La novedad de este trabajo es que aporta evidencia sobre el grado de movilidad intergeneracional de ingresos formales a partir de una base de datos inédita, construida con registros administrativos del BPS (construcción de vínculos familiares) y registros administrativos de la DGI (ingresos formales entre 2009 y 2016).
A pesar de que los problemas distributivos han sido uno de los principales desafíos de las economías en desarrollo, no existen muchos antecedentes que hayan aportado una medición precisa de la movilidad intergeneracional de ingresos para los países de América Latina. En Uruguay, en particular, la mayoría de los trabajos que abordaron el tema se centraron en la dimensión educativa y ubicaron a este país con niveles de movilidad superiores a la media regional pero inferiores a los de los países más desarrollados (Sanromán, 2010; Gandelman y Robano, 2012; Urraburu, 2019). Araya (2018) estimó el grado de movilidad de ingresos laborales a partir de encuestas y situó a Uruguay en niveles comparables a los de Argentina y Chile.
La relevancia del estudio de la movilidad se sustenta en distintas razones. En primer lugar, la incorporación de una perspectiva dinámica y de largo plazo al análisis distributivo aporta nuevos elementos para comprender los orígenes de la desigualdad de ingresos. En segundo lugar, existen diversos enfoques que sostienen que la desigualdad y los problemas de baja movilidad podrían tener consecuencias directas en el bienestar y comportamiento individual, y potenciales efectos indirectos negativos sobre la economía en su conjunto, a través de distintos canales como la eficiencia, el crecimiento económico y la calidad de las instituciones (Alesina y Rodrik, 1994, Ray, 2002, Alesina y Giuliano, 2011; Laffont, 2005; Piketty, 2000). Sin embargo, otros autores plantean una relación más ambigua entre desigualdad y bienestar (Swift, 2005; Piketty, 2000). En tercer lugar, la movilidad intergeneracional ha sido asociada con el enfoque de igualdad de oportunidades. En ciertas condiciones, el nivel de movilidad intergeneracional de una sociedad ofrece una medida sobre el grado de igualdad de oportunidades de que dispone una generación (Roemer, 2004). De acuerdo con este enfoque normativo, un bajo nivel de movilidad intergeneracional implicaría una fuerte determinación de los resultados basada en circunstancias que están fuera del control de las personas, lo que sería un resultado no deseable (éticamente injustificable) y, según este criterio, existirían fundamentos normativos para políticas públicas que buscaran corregir estas desigualdades.
Medición de la movilidad
Son pocos los estudios sobre movilidad intergeneracional, en particular para los países en desarrollo, fundamentalmente por los requisitos informacionales (exige contar con información sobre ingresos de dos generaciones en edad adulta). Los estudios recientes se basan en el uso de registros administrativos, lo cual ha permitido superar parte de las limitaciones de los trabajos basados en encuestas, por la calidad de la información de los ingresos individuales y el número de observaciones. Este estudio se basa en la información disponible sobre los ingresos formales para el período 2009 - 2016 (Registros de BPS y la DGI). Las estimaciones se concentran en familias que tienen miembros con un vínculo más estable con el sector formal de la economía, ofreciendo una muy buena aproximación de la movilidad en los tramos intermedios y altos de la distribución del ingreso.
Principales resultados
Se encuentra una asociación significativa entre la posición de padres e hijos (en el tramo 35 a 39 años) de aproximadamente 0,26. La persistencia es levemente mayor en el caso de los ingresos totales y entre hijos y padres del mismo sexo. Este promedio implica que más de un cuarto de la posición de los hijos es explicada por el ingreso de los padres. Esta dependencia se refleja en la siguiente figura, la cual ilustra la posición esperada del hijo, dada la posición de sus padres.
Gráfico 1. Posición esperada del hijo (panel A) e ingreso esperado del hijo (panel B) según posición del padre/madre
Fuente: Elaboración propia en base a registros administrativos del BPS y de la DGI.
Este nivel promedio se explica por la mayor movilidad de las familias ubicadas en los estratos medios y medios bajos de la distribución del ingreso. En este tramo cambios relativamente pequeños de ingresos absolutos pueden traducirse en fuertes movimientos de posiciones. (Ver cuadro 1).
Cuadro 1. Matriz de transición de ingresos de hijos respecto al máximo ingreso de padres. Ingresos totales
Decil hijos/as |
Decil padre/madre |
|||||||||||
1 |
2 |
3 |
4 |
5 |
6 |
7 |
8 |
9 |
10 |
Top 5 |
Top 1 |
|
1 |
14,0 |
11,8 |
10,0 |
8,8 |
8,3 |
8,0 |
7,0 |
6,2 |
5,1 |
5,0 |
4,6 |
3,7 |
2 |
12,2 |
11,9 |
11,1 |
9,8 |
9,1 |
8,1 |
8,5 |
7,2 |
6,3 |
6,1 |
5,5 |
4,5 |
3 |
11,6 |
11,9 |
11,2 |
11,1 |
9,9 |
9,1 |
8,7 |
8,0 |
7,4 |
6,0 |
5,4 |
5,6 |
4 |
11,3 |
11,1 |
11,7 |
11,2 |
10,7 |
10,0 |
8,9 |
8,5 |
7,4 |
6,6 |
5,8 |
4,6 |
5 |
10,3 |
10,8 |
11,7 |
11,4 |
11,4 |
10,2 |
9,9 |
9,6 |
8,4 |
7,6 |
7,3 |
5,8 |
6 |
9,9 |
10,3 |
10,4 |
11,4 |
11,1 |
11,1 |
10,3 |
9,9 |
9,8 |
8,5 |
8,8 |
8,0 |
7 |
8,6 |
9,4 |
10,4 |
10,9 |
11,1 |
11,5 |
11,7 |
11,3 |
11,1 |
9,6 |
9,0 |
8,4 |
8 |
8,7 |
9,0 |
9,1 |
9,7 |
10,8 |
11,4 |
11,6 |
12,1 |
12,3 |
11,6 |
11,8 |
11,5 |
9 |
7,6 |
7,9 |
8,2 |
8,8 |
10,2 |
11,0 |
12,1 |
13,4 |
14,1 |
14,7 |
14,4 |
15,3 |
10 |
5,8 |
6,0 |
6,2 |
7,0 |
7,5 |
9,5 |
11,3 |
13,9 |
18,1 |
24,3 |
27,2 |
32,5 |
Top 5 |
2,4 |
2,7 |
2,6 |
3,1 |
3,4 |
4,2 |
5,3 |
7,0 |
9,4 |
14,8 |
17,0 |
22,2 |
Top 1 |
0,4 |
0,4 |
0,4 |
0,5 |
0,4 |
0,7 |
0,8 |
1,2 |
1,6 |
3,9 |
4,8 |
7,1 |
La movilidad es más baja en los extremos de la distribución del ingreso. Como ilustra el gráfico 2, es menor la chance de acceder al segmento de altos ingresos para los hijos de padres ubicados fuera de ese estrato, y existe una elevada inercia a mantenerse en estas posiciones entre aquellos con padres ubicados en la cola alta. Además, movimientos traducirían en mejoras más fuertes en términos de ingresos y de bienestar individual.
Gráfico 2. Movilidad ascendente: porcentaje de hijos que alcanzan el decil 10
Fuente: Elaboración propia en base a registros administrativos del BPS y de la DGI.
En el otro extremo de la distribución, la movilidad es menor entre los hijos que tienen padres ubicados en el decil de ingresos más bajo, aunque la persistencia es inferior a la encontrada en la cola alta de la distribución. Finalmente, los hijos que tienen padres con un vínculo menos estable con el mercado formal presentan mayores chances de repetir este patrón y su participación en el mercado formal es más intermitente.
Desafíos a futuro
Los hallazgos de este cuaderno sugieren que las posibilidades futuras de los hijos están condicionadas por el ingreso de sus padres y que la intensidad de esta relación depende fuertemente del lugar que estos ocupen en la distribución del ingreso. Estos resultados podrían implicar la existencia de trampas de movilidad, y a la vez, explicitan la presencia de desigualdad de oportunidades. Las implicancias de esto en términos de bienestar agregado dependerán de cuales canales expliquen la movilidad, lo que a su vez determinará las recomendaciones de política pública. Aunque no es su principal objetivo, este cuaderno aporta algunos elementos a esta discusión.
La persistencia en los estratos de menores ingresos podría responder a privaciones que enfrentaron los niños en la primera infancia, la presencia de restricciones de acceso a activos básicos, la existencia de fallas de mercado y de mecanismos socioculturales. La mayor inercia en las familias de altos ingresos podría explicarse por canales específicos vinculados a la concentración de activos e ingresos de capital. Además, podría implicar la concentración de poder político y económico. Profundizar sobre la relevancia económica de los mecanismos que explican la movilidad es un insumo clave para el diseño de políticas públicas.
Los resultados de este cuaderno abren un conjunto de interrogantes de investigación sobre la movilidad intergeneracional en Uruguay, algunas de las cuales están siendo abordadas en el marco del plan de trabajo del grupo de desigualdad y pobreza del Instituto de Economía. Además, los resultados obtenidos en estas mediciones, redimensionan la relevancia de los problemas de la desigualdad en el contexto de Uruguay y ofrecen nuevos fundamentos para revitalizar la discusión sobre las políticas redistributivas. Las propuestas del último libro de Atkinson (2016) recogidas en este cuaderno ofrecen un punto de partida para avanzar en este sentido.
Referencias
Alesina, A., y Rodrik, D. (1994). Distributive Policies and Economic Growth. qje, 109, 465-490.
Alesina, A., y Giuliano, P. (2011). Preferences for redistribution. In Handbook of social economics, vol. 1, 93-131. North-Holland.
Araya, F. (2019). Evidencia sobre la movilidad intergeneracional de ingresos laborales para un país en desarrollo: el caso de Uruguay. El Trimestre Económico.
Gandelman, N., y Robano, V. (2012). Intergenerational Mobility, Middle Sectors and Entrepreneurship in Uruguay. Washington: Inter-American Development Bank. Department of Research and Chief Economist.
Laffont, J.-J. (2005). Regulation and Development. Cambridge: Cambridge University Press.
Piketty, T. (2000). Theories of persistent inequality and intergenerational mobility. En A. Atkinson y F. Bourguignon (eds.), Handbook of Income Distribution (1.ª ed.). Amsterdam: N. H.
Roemer, J. E. (2004). Equal opportunity and intergenerational mobility: going beyond intergenerational income transition matrices. En M. Corak. Generational income mobility in North America and Europe, pp. 48-57. Cambridge: Cambridge University Press.
Sanromán, G. (2010). Intergenerational Educational Mobility: evidence from three approaches for Brazil, Chile, Uruguay and the USA (1995-2006). Documento de trabajo N.º 01/10. Montevideo: Departamento de Economía, Udelar.
Swift, A. (2005). Justice, luck and the family. Unequal chances: Family background and economic success. En S. Bowles, H. Gintis y M. Osborne Groves (eds.). Unequal chances: Family background and economic success, pp. 256-276. Princeton: Princeton University Press.
Urraburu, J. (2019). Movilidad educativa y ocupacional intergeneracional en Uruguay. Tesis de maestría. Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de la República, Montevideo. Mimeo.