--Lucía Pittaluga
La unidad de Extensión y Relacionamiento con el Medio de la facultad invitó a los Departamentos de Contabilidad y Tributaria, Ciencias de la Administración y Economía y el Centro de Estudiantes de Ciencias Económicas y Administración (CECEA) a una actividad titulada "Economía Circular y sus circularidades" realizada el martes 24 de noviembre 2020. El repositorio de materiales utilizados en la actividad está disponible en este enlace. A continuación, se presenta un resumen de la presentación realizada por el Departamento de Economía de la Facultad.
El objetivo de esta primera entrega es explicitar el debate dentro de la teoría económica en dónde el concepto de “economía circular” se inscribe, y en una segunda entrega abordaremos la economía circular en Uruguay.
Progreso sin fin gracias a la innovación y al combate del cambio climático
En octubre de 2018 el Premio Nobel de Economía fue otorgado a Paul Romer y William Nordhaus. Según el texto de fundamentación del premio1, Romer lo merece porque en su teoría del crecimiento endógeno logra integrar las innovaciones tecnológicas en el análisis macroeconómico a largo plazo; mientras que Nordhaus integra el cambio climático. Ambos tomaron como punto de partidala teoría neoclásica del crecimiento por la que Robert Solow recibió el Nobel de Economía en 1987. Cada uno de ellos amplía este marco en una dirección significativa y fructífera. Romer proporciona complementos necesarios al modelo de Solow, incorporando los impulsores de la creación de conocimiento como determinantes del crecimiento del PIB a largo plazo; mientras que Nordhaus añade un conjunto de mecanismos de las ciencias naturales, para comprender cómo la economía y el clima globales interactúan.
Esos factores críticos de la actividad económica de largo plazo (a saber, los desarrollos tecnológicos y el clima) ya habían sido destacados por los historiadores económicos, pero fueron tratados hasta entonces como exógenos por la mayoría de los economistas. Romer endogeniza el cambio tecnológico y Nordhaus el cambio climático. Además, tanto Romer como Nordhaus enfatizan las externalidades (positivas en el primero y negativas en el segundo) en sus análisis de los resultados deseables a largo plazo, señalando así el papel central de la política económica para resolver las fallas de mercado detectadas y ofreciendo nuevas orientaciones para el diseño de políticas.
Si bien no cabe duda de quelos trabajos de ambos galardonados por el nobel en el 2018 significaron un paso enorme en la comprensión de los fenómenos de la innovación y el cambio climático en la teoría económica dominante (mainstream), desde la economía ecológica dichos pasos son aún poco significativos para encarar los enormes desafíos que el desarrollo de largo plazo significa en la actualidad. Desde el abordaje de la economía ecológica surge la crítica a la noción de “progreso infinito” detrás del enfoque de los nobel. Por un lado, criticala búsqueda de un crecimiento sin límites cuando se logran economías que crean e implementan ideas (la conferencia de Romer para recibir el premio se tituló “Sobre la posibilidad del progreso”); y, por otro, que lamedida para combatir el cambio climático propuesta por Nordhaus sea ponerle un impuesto globalalto a las emisiones de CO2 para así reducirlas y buscarevitar pérdidas futuras de crecimiento. En el modelo de Nordhaus, la reducción de las emisiones de CO2 es sólo un elemento de una estrategia para invertir en el crecimiento futuro, junto con la acumulación de capital, sacrificando algunas partes del crecimiento del PIB hoy para recuperarlo al final del siglo.
De un mundo vacío a un mundo lleno
Sin embargo, el progreso sí tiene límites. Y estos están dados por la propia naturaleza que la economía neoclásica invisibiliza. Para la economía ecológica, la economía es un subsistema de un sistema mayor, finito y global. El subsistema de la economía es abierto de entrada y salida de energía y materiales y de salida de desperdicios y emisiones. Esta forma de concebir el sistema económico lo cambia todo porque mientras la economía crece, no lo hace el sistema en el que esta se inscribe, la biósfera. Como consecuencia, cuando la economía crece, la biósfera no lo hace. Y pasamos de un mundo vacío a un mundo lleno como describe la figura siguiente. En el mundo lleno, la economía presiona peligrosamente la capacidad de sustentación de los ecosistemas, arriesgando los procesos de mantenimiento de la vida.
Fuente: https://docplayer.es/90607740-Economia-ecologica-modulo-03-la-economia-como-sistema-abierto-la-economia-ecologica-script.html
Según Herman Daly (1991)2 mientras la humanidad vivió en un mundo vacío, se pudo razonar en la perspectiva macroeconómica tradicional, como todavía lo hacen muchos economistas,al considerar que el factor limitante de la dinámica económica es el capital producido por el hombre: máquinas, infraestructura, conocimiento. Pero la población mundial ha experimentado un fuerte crecimiento, al igual que el consumo global de energía y materiales y la presión sobre el medio ambiente ha aumentado: ahora vivimos en un mundo lleno. La crisis ambiental contemporánea atestigua del hecho de que el factor limitante del bienestar humano es ahora el "capital natural". Compuesto por todos los elementos proporcionados por la naturaleza (soporte vital, recursos naturales, servicios ecosistémicos, etc.), y éstos no pueden ser reemplazados por otros factores de producción (trabajo y capital creado por el hombre).
Es decir, que para la economía ecológica el desafío de la crisis ambiental actual no es sólo una cuestión de reducción de las emisiones CO2 sino que implica una transformación del modelo de desarrollo, cuestionando las bases mismas de las formas actuales de producción y consumo.
La economía circular
La economía circular se inscribe en esta visión de generar un nuevo modelo de desarrollo que “vacie el mundo lleno”. La Fundación Ellen MacArthur, un referente en el tema, plantea lo siguiente: “El presente modelo económico de "extraer, producir, desperdiciar" está llegando ya al límite de su capacidad física. La economía circular es una alternativa atractiva que busca redefinir qué es el crecimiento, con énfasis en los benefícios para toda la sociedad. Esto implica disociar la actividad económica del consumo de recursos finitos y eliminar los residuos del sistema desde el diseño”3.
La economía circular busca ir más allá del modelo económico lineal, que consiste en extraer, producir, consumir y descartar, exigiendo un consumo sobrio y responsable de los recursos naturales, materias primas primarias y energía, minimizando los vertidos asociados. Se basa, en particular, en optimizar el uso de materiales (ecodiseño de productos y embalajes, aprovisionamiento sostenible, reciclaje, reutilización, diseño de baja tecnología, eficiencia energética y sobriedad), aumentando la vida útil de los productos (reparación, reutilización, reutilización, ecodiseño e Investigación y Desarrollo responsable, lucha contra la obsolescencia del producto, economía de funcionalidad), limitación de las pérdidas inducidas en los recursos optimizando su circulación a nivel territorial (cortocircuitos, ecología industrial y territorial, mancomunación, economía de funcionalidad, colaboración, compartir, datos abiertos, etc.) y el establecimiento de ecosistemas de partes interesadas, incluidas las partes interesadas públicas.
Sin duda, como abordaremos en una segunda entrega hay ya muchas aplicaciones de la economía circular en empresas de distinto tipo e incluso en regiones y países.
Sin embargo, la pretensión de la economía circular de desacople entre el crecimiento económico y la utilización de recursos naturales es cuestionado. Honkasaloet al.(2018)4 recalcan la cuarta ley propuesta por Georgescu-Roegen5 quien argumentó sobre la imposibilidad del reciclaje completo, imposibilidad incluso en teoría. Georgescu-Roegen señaló que, debido a la segunda ley de la termodinámica, la entropía, el reciclaje siempre requerirá energía y siempre estará incompleto generando desechos y subproductos propios. Los materiales disipados se pierden en el ecosistema y es imposible recuperarlos. La búsqueda, recolección y recuperación requeriría una gran cantidad de energía. Por su lado, Giampietro (2019)6 señala en la misma dirección.La narrativa presentada por la Fundación Ellen Mac Arthur asume que es posible aumentar la productividad económica de las economías postindustriales contemporánea sin aumentar el consumo de recursos naturales, como energía, agua o minerales, simplemente mediante el reciclaje de productos y componentes. Sin embargo, es muy dudoso que sea posible expandir el reciclaje completo de productos y componentes sin costo biofísico.
Sin duda, quedan aspectos de la economía circular que hay que considerar desde un punto de vista del desarrollo de largo plazo en términos macroeconómicos. Es un concepto relativamente nuevo, y aún más nuevas son sus aplicaciones. No obstante, su aplicación a nivel microeconómico está evolucionando rápidamente. Diferentes actores -como las empresas, los sindicatos, lasorganizaciones de la sociedad civil y el Estado-, están incorporando la “circularidad” como una solución a los problemas ambientales. Por ello es necesario seguir indagando por esta fructífera vía de la economía en relación a la biósfera que abrió la corriente de la economía ecológica.
1. https://www.nobelprize.org/uploads/2018/10/advanced-economicsciencesprize2018.pdf
2. Daly H. E., (1991), "From Empty- World to Full-World Economics: Recognizing an Historical Turning Point in Economic Development", in Unesco, Environmentally Sustainable Economic Development: Building on Brundtland, Paris, Unesco.
3. https://www.ellenmacarthurfoundation.org/es/economia-circular/concepto
4. Honkasalo A., Seppälä J. y Korhonen J. (2018), "Circular Economy: The Concept and its Limitations", in Ecological Economics 143 (2018) 37–46 .
5. Economista rumano pionero de la economía ecológica durante la segunda mitad del siglo XX.
6. Giampietro M. (2019), "On the Circular Bioeconomy and Decoupling: Implications for Sustainable Growth", in Ecological Economics 162 (2019) 143–156.