--Rodrigo Ceni, Gabriel Merlo
En una economía de mercado, las empresas están continuamente expuestas a perturbaciones que afectan sus rendimientos y sus resultados. En respuesta, reaccionan reasignando factores productivos, como el capital y el trabajo, desde usos menos a más productivos. En las economías en desarrollo, las empresas se enfrentan en mayor grado a perturbaciones, incertidumbre y limitaciones; además conviven con altas tasas de informalidad, y por tanto los empleos formales son más vulnerables en las recesiones, y las empresas son más cautelosas a la hora de crearlos durante las expansiones. El patrón por el cuál las empresas crean y destruyen empleos, así como la dinámica de cómo entran y salen del mercado proporciona información valiosa sobre el conjunto de la economía y las tendencias de productividad.
Este trabajo analiza la dinámica del empleo formal en Uruguay durante veinte años, analizando tanto las características de las empresas como de los trabajadores que ocupan los puestos de trabajo. Utilizamos una muestra de datos de registros administrativos del Banco de Previsión Social que nos permiten vincular empleadores y trabajadores para el mercado laboral formal desde 1996 hasta 2015. El panel consiste en una muestra aleatoria del 20% de las empresas que tuvieron actividad en al menos un mes entre abril de 1996 y abril de 2015. Nuestra base de datos final tiene aproximadamente 5,96 millones de observaciones e información para un total de 115.587 empresas, aproximadamente una media de 30.000 empresas por año.
Siguiendo la metodología indicada por Davis et al. (1996), calculamos las tasas de creación y destrucción de puestos de trabajo en cada momento del tiempo (anual, trimestral y mensual) en relación al promedio de la cantidad de trabajadores en el período, por lo que las tasas varían desde -2 (cuando se destruyen todos los puestos de trabajo) hasta 2 (cuando una empresa crea todos sus puestos de trabajo).
En la Figura 1 se muestran la evolución en frecuencias anuales y trimestrales de la creación y la destrucción de empleo, la creación neta y la reasignación para el conjunto de la economía para todo el período de análisis. En promedio, durante las dos décadas, las empresas crearon anualmente el 13,4% de sus puestos de trabajo y destruyeron el 10,2%. La creación neta tiene tres periodos: positivo pero decreciente entre 1996 y 1999, negativo entre 1999 y 2003, y finalmente, consistentemente positivo entre 2004 y 2014. Este comportamiento cíclico se debe tanto al comportamiento procíclico de la creación de empleo como al contracíclico de la destrucción. Nótese que las tasas netas trimestrales tienen cifras negativas en algunos trimestres que no se ven reflejados en las tasas anuales: antes de la recesión de 2002, y en el cuarto trimestre de 2008 a causa de la crisis financiera mundial.
En el Cuadro 1 analizamos el desempeño de las empresas por edad y tamaño. Las empresas ocupan una proporción creciente de puestos de trabajo a medida que crecen en tamaño y edad, pero su dinámica es disímil. Las tasas de creación y destrucción de empleo disminuyen por tamaño de la empresa, mientras la tasa neta aumenta. Con respecto a la edad, las tasas brutas disminuyen con la edad, pero también lo hace la neta. Las empresas con más de diez años en el mercado y más de 20 empleados representan más de la mitad del empleo total y más de una cuarta parte de la creación y destrucción de empleo. Además como ha documentado Haltiwanger et al. (2013) para EEUU, si nos centramos en el análisis de las tasas netas de crecimiento, las pequeñas empresas no son tan relevantes para explicar el crecimiento neto, y son las empresas jóvenes las que tienen el papel principal de creación neta (ver la Figura 2). Se identifica para las empresas una dinámica de crecer o desaparecer por la que las empresas jóvenes crecen más, pero esas empresas también salen más; las empresas nuevas siguen el mismo patrón: o crean y crecen dinámicamente o fracasan y salen.
Un punto de interés es analizar cómo es la estabilidad de los puestos de trabajo que se crean y se destruyen, para eso calculamos la probabilidad de que los puestos de trabajos creados (destruidos) se destruyan (se creen nuevamente). Un año después, el 80% de los puestos de trabajo creados permanecen activos y sólo el 60% de los destruidos se mantienen en esa condición. La persistencia de la destrucción de empleo cae bruscamente en el segundo año, mientras que la caída de la creación es mucho más lenta.
A su vez, si analizamos los puestos de trabajo según el ciclo de vida de las empresas, se observa que una empresa media que sobrevive diez años en el mercado tiene al menos el doble de empleados que en sus primeros cuatro años.
Finalmente, en el Cuadro 2 analizamos la dinámica de los puestos de trabajo según las características de quienes los ocupan. Los puestos de trabajo ocupados por mujeres presentan una tasa de crecimiento mayor que aquellos ocupados por varones, y las tasas de destrucción son similares. Por tanto, los puestos ocupados por mujeres crecen en el período a una tasa del 3%. Este crecimiento lleva a que la participación de las mujeres en el empleo formal crezcan cuatro puntos porcentuales en el período. Si analizamos las dinámicas por edad, vemos que los puestos de trabajos ocupados por jóvenes tienen una destrucción mayor a la creación en todo el período, así como ciclos más pronunciados, mientras los puestos de trabajo ocupados por mayores de 45 años se crean netamente durante todo el período y parecen no ser afectados mayormente por el ciclo. Finalmente, al analizar los puestos de trabajo por tercil salarial, vemos que a medida que los puestos de trabajo tienen mayor remuneración respecto a la distribución salarial, se crean y destruyen a menores tasas pero tienen tasas netas mayores.
En conclusión, los flujos globales de empleos formales en Uruguay son similares a los documentados para los países industrializados, incluso para aquellos donde el mercado de trabajo presenta menores restricciones institucionales (Haltiwanger et al., 2014; Criscuolo et al., 2014, Haltiwanger et al., 2013}. Las empresas nuevas tiene un rol relevante en la dinámica del empleo, y presentan un patrón de crecer o desaparecer: o crean y crecen dinámicamente o fracasan y salen (Asturias et al., 2017).
Referencias
Asturias, J., S. Hur, T. J. Kehoe, and K. J. Ruhl (2017). Firm entry and exit and aggregate growth. Technical report, National Bureau of Economic Research.
Ceni, R. and G. Merlo (2021). Twenty years of job flows in an emerging country. Documentos de Trabajo (working papers) 10-21, Instituto de Economia - IECON.
Criscuolo, C., P. N. Gal, and C. Menon (2014). The dynamics of employment growth: New evidence from 18 countries. Technical report, OECD.
Davis, S. J., J. C. Haltiwanger, and S. Schuh (1996). Job creation and destruction. the MIT press.
Haltiwanger, J., R. S. Jarmin, and J. Miranda (2013). Who creates jobs? small versus large versus young. The Review of Economics and Statistics 95(2), 347–361.
Haltiwanger, J., S. Scarpetta, and H. Schweiger (2014). Cross country differences in job reallocation: The role of industry, firm size and regulations. Labour Economics 26, 11–25.