--Giuliano Cantisani
En Narrative Economics: How Stories Go Viral and Drive Major Economic Events, su autor, Robert Shiller,[1] pretende dejar en claro la importancia de lo que él llama “narrativas económicas” para comprender de una mejor forma los acontecimientos económicos y, principalmente, poder anticiparse a dichos acontecimientos.
De acuerdo con el autor, este libro representa la piedra angular en una corriente de pensamiento que ha ido desarrollando durante gran parte de su carrera.
Tal como lo expresa Shiller, el propósito de este libro es “mejorar la capacidad de las personas para anticipar y hacer frente a eventos económicos importantes, como depresiones, recesiones o estancamiento secular (es decir, a largo plazo), animándolas a identificar e incorporar en su pensamiento las narrativas económicas que ayudan a definir estos eventos.” (Shiller, 2019).
Comprendiendo las narrativas económicas
La tesis principal del autor es que las narrativas económicas son determinantes en la comprensión de los principales eventos económicos, en particular, de las variaciones cíclicas de la economía.
Shiller define una narrativa económica como “una historia contagiosa que tiene el potencial de cambiar la forma en que las personas toman decisiones económicas.” En consecuencia, la economía narrativa es la rama de la economía que se ocupa de estudiar dichas historias y su vínculo con el comportamiento económico.
A través de estudios de casos, el autor pretende dejar de manifiesto la importancia fundamental de estas historias para comprender diversos acontecimientos tales como el boom del bitcoin o la influencia de determinados modelos económicos como el de la Curva de Laffer. De este modo, el autor identifica ciertos elementos que son necesarios para que una historia se vuelva viral, es decir, alcance un gran nivel de propagación entre el público relevante. Algunos de estos factores a destacar es la presencia de una imagen o iconografía, como es la famosa servilleta en la que presuntamente Arthur Laffer dibujó una U invertida para relacionar la tasa impositiva y la recaudación total. Otro factor a destacar es el vínculo de la historia con una “celebridad”, entendida como un personaje que despierte interés en el público. Un ejemplo de esto es la misteriosa figura de Satoshi Nakamoto, el pseudónimo del autor del paper que dio origen al bitcoin y sobre el que se desconoce su verdadera identidad.
A su vez, cabe destacar que algunas narrativas se conforman de numerosas “subnarrativas”, o, siguiendo la jerga propuesta por el autor, “constelaciones” que conforman una narrativa mayor y amplifican su impacto sobre el comportamiento de los individuos.
Por otro lado, el autor identifica algunas “narrativas perennes” que han subsistido y resurgido en distintos momentos del tiempo. Por ejemplo, la narrativa de las maquinas ahorradoras de trabajo ha estado presente al menos desde el año 350 a.C., cuando Aristóteles levantaba la posibilidad de que las máquinas reemplazaran a los humanos,[2] y sigue vigente en la actualidad.
Por último, en el apéndice del libro, el autor presenta un modelo teórico sobre la forma en que las historias se vuelven virales. Este modelo se inspira fundamentalmente en la teoría epidemiológica, en particular en el modelo SIR (susceptible, infectado, recuperado) y sus variaciones.[3]
Narrativas económicas, ¿son puro cuento?
En los veintiún capítulos que componen este libro, Shiller presenta una colección de historias vinculadas a grandes acontecimientos económicos y que, de acuerdo con el autor, son una pieza clave para entender el surgimiento de dichos acontecimientos. De hecho, el autor va más allá y afirma que la detección y comprensión de estas historias o narrativas son indispensables para prever la ocurrencia de acontecimientos similares en el futuro.
Si bien el autor presenta argumentos convincentes, falla en su objetivo principal de presentar una herramienta útil para la realización de proyecciones económicas.
En ningún momento se presenta una formalización teórica de cómo las narrativas económicas impactan en las distintas variables económicas o cómo forman parte del proceso de toma de decisiones por parte de los agentes. La modelización formal se ve relegada al apéndice, tal vez con el fin de volver el libro más amigable para el público general. Sin dudas el autor triunfa en ese objetivo, el libro es de fácil lectura y las subdivisiones de los capítulos permiten una mejor comprensión de los mismos. Al mismo tiempo, el libro es autocontenido, en el sentido de que se requiere poco conocimiento previo para poder seguir el hilo argumental del autor. De todos modos, el vínculo entre las narrativas económicas y la economía real se ve reducido a una colección de anécdotas sobre la historia económica, que sin dudas resultarán entretenidas para el lector, pero no termina de quedar claro cómo podrían utilizarse para formar expectativas sobre futuros acontecimientos.
A la ausencia de formalidad teórica se suma la falta se sugerencias empíricas sobre cómo integrar las narrativas económicas en el análisis de coyuntura o en los modelos de predicción. Este rol parece recaer en el “juicio de experto” del analista, que deberá ser lo suficientemente perspicaz para detectar la presencia de estas narrativas (ya sea una recurrente o una naciente). No obstante, el propio Shiller se muestra contrario a este enfoque, dado que aboga por un método “objetivo” de utilización de las narrativas.
Al mismo tiempo, la detección de nuevas historias que tengan el potencial de volverse virales y que eventualmente puedan impactar sobre la toma de decisiones económicas es particularmente compleja, tal como admite el propio Shiller: “así como es difícil o imposible predecir qué película será un éxito de taquilla, es difícil predecir qué narrativa eventualmente tendrá un impacto económico.”
En línea con lo anterior, puede ser de gran complejidad detectar relaciones causales incluso en las narrativas económicas vinculadas a eventos del pasado. Cabe preguntarse si las historias económicas que el autor presenta en su libro han sido la consecuencia y no la causa de los referidos acontecimientos.
Por otro lado, el autor deja por fuera algunos de los principales avances de lo que se podría denominar economía narrativa, vinculados a la medición de la incertidumbre o los canales de difusión de la política monetaria. Estas ausencias resultan curiosas y podrían interpretarse tal vez como una manifestación del autor en contra de estos enfoques, aunque sin proponer alternativas superadoras.
En resumen, Narrative Economics es un libro que resultará entretenido e interesante para los lectores, que descubrirán más de un dato curioso vinculado a diversos sucesos relevantes en la historia económica mundial. Sin embargo, aquellos que busquen comprender cabalmente cómo estas historias impactan en la economía real y cómo podrían utilizarse para realizar proyecciones, se quedarán con gusto a poco.
*Esta entrada al Blog es una adaptación de una reseña realizada en 2021 para el curso de Maestría en Economía (FCEA-UdelaR) “Objeto y Método de la Economía”. La versión completa de la reseña puede descargarse aquí.
Referencias bibliográficas
Shiller, R. (2019), Narrative Economics: How Stories Go Viral and Drive Major Economic Events, Princeton University Press.
[1] Robert James Shiller es un economista estadounidense, galardonado con el premio Nobel en 2013. Obtuvo su título de grado en la Universidad de Michigan y culminó su Doctorado en Economía en el MIT en el año 1972. Actualmente es profesor en la Universidad de Yale y se especializa en el estudio de los mercados financieros.
[2] Aristotle, Politics, trans. Benjamin Jowett, bk. 1, pt. 4 citado en Shiller (2019)
[3] Cabe señalar que el libro fue publicado antes de la irrupción de la pandemia de COVID-19. Por lo tanto, las continuas referencias a la epidemiología se tratan de una coincidencia.