Inversión extranjera directa y calidad del gobierno: Evidencia para los países de América Latina y OECD
--Bibiana Lanzilotta, Eugenia Leira y Ronald Miranda
- Introducción
La inversión extranjera directa (IED) ha tenido un papel determinante en el crecimiento y desarrollo de las economías a nivel global, y en particular en las economías emergentes donde han contribuido a dinamizar, desarrollar y fortalecer su estructura productiva (Yang, 2008).
En la extensa literatura abocada al estudio de los factores explicativos de la IED en los diferentes países, no es posible hallar un consenso acerca de “verdaderos” determinantes de la IED (Concha y Gómez, 2016). Diversas dimensiones socioeconómicas, demográficas, políticas e institucionales han sido estudiados con el objetivo de identificar cuáles de ellas resultan relevantes para atraer IED a las economías. En este sentido, la atención de los estudios empíricos ha estado centrada en la importancia de los factores económicos, tales como, el tamaño del mercado, el grado de apertura comercial o capacidad exportadora y la disponibilidad de recursos naturales (Jadhav, 2012).
Más recientemente, los factores institucionales han sido incorporados al estudio de los determinantes de la IED, multiplicándose los trabajos empíricos que incorporan estas dimensiones al análisis (Daude y Stein, 2007).
El objetivo de este trabajo es investigar empíricamente en qué medida la atracción de la IED se ve afectada por factores económicos, demográficos e institucionales en una muestra amplia de países desarrollados (países de la OECD, excluyendo Chile y México) y en desarrollo (países de América Latina, en adelante AL) para el período 1996-2018. En particular, el análisis se focalizará en analizar el impacto de la calidad del gobierno en la IED, bajo un enfoque comparado entre los países de OECD y de AL.
Este trabajo pretende contribuir a la literatura empírica que discute el rol de la calidad del gobierno de los países en la afectación del patrón y la estrategia de inversión de las empresas multinacionales. En tanto la mayoría de la literatura empírica apunta a evaluar la importancia de la institucionalidad en economías en desarrollo (Rachdi et al., 2016), este trabajo aporta evidencia tanto para las economías de AL como de la OECD. A su vez, esta investigación contribuye a la literatura empírica relacionada extendiendo el análisis hasta el año 2018.
- Datos
La muestra consiste en un panel de 46 países desarrollados y en desarrollo en el período 1996-2018, con frecuencia anual. En particular, el panel de países está compuesto por 33 países de la OECD y 13 países de AL. Cabe señalar que el conjunto de países considerados representa más del 60% de la inversión extranjera a nivel mundial en el año 2018 (UNCTAD).
En el período 1996-2018, la IED recibida por las economías de la OECD representa en promedio el 5% del PIB, mientras que en las economías de AL representa el 3,5% del PIB (Figura 1). Ambos grupos de países presentan niveles de IED por encima del promedio mundial, de aproximadamente 2,8% del PIB en el período analizado.
Figure 1 – Inversión extranjera directa en OECD y AL
(% PIB, período 1996-2018)
Nota: OECD excluye Chile y México debido a que se los incluye en América Latina.
Fuente: Elaboración propia en base a datos del Banco Mundial.
Las principales variables de interés son la Inversión Extranjera Directa (IED, fuente World Development Indicators del Banco Mundial) como porcentaje del PIB y la calidad del gobierno. La IED refiere a la entrada neta de inversiones (es decir, la IED neta en la economía informante proveniente de fuentes extranjeras menos la IED neta de la economía informante hacia el resto del mundo) con un control de gestión duradero (10% o más de las acciones que confieren derecho de voto) de una empresa que funciona fuera del país de origen del inversionista. La misma está compuesta por el capital accionario, la reinversión de las ganancias, otras formas de capital a largo plazo y capital a corto plazo (IMF, 2009).
Para obtener la variable “calidad del gobierno”, se recurre a la base de datos Worldwide Governance Indicators (WGI) del Banco Mundial. El indicador surge de agrupar (promedio simple) los siguientes cuatro indicadores: eficiencia del gobierno, calidad regulatoria, estado de derecho y (control de la) corrupción. Un alto nivel de la variable construida, “calidad del gobierno – WGI”, refleja una mayor calidad del gobierno (índice de 0 a 100).
El Figura 2 representa la relación existente entre las variables IED y la calidad del gobierno (WGI) en la muestra de países para el período 1996-2018, diferenciando el grupo de países de la OECD y de AL. Allí se observan cuatro características principales. En primer lugar, hay una relación positiva entre la IED y la calidad del gobierno, tanto en los países de la OECD como en los países de AL; dicha asociación entre la IED y la calidad del gobierno es más fuerte para los países pertenecientes a la OECD en comparación con los países de AL. En segundo término, las economías que integran la OECD presentan una menor variabilidad de la calidad del gobierno en relación con los países de AL. Es decir, los países de la OECD son más similares entre sí, en términos de calidad del gobierno y, a nivel general, cuentan con estándares de calidad del gobierno más altos. Por lo tanto, la región de AL se caracteriza por países con un menor nivel y mayor heterogeneidad de la calidad del gobierno con relación a los países de la OECD. Por último, tres economías de AL, Chile, Costa Rica y Uruguay, presentan niveles de calidad del gobierno similar a varios de los países de la OECD.
Figura 2 – Relación entre la IED y la calidad del gobierno en OECD y AL
(promedios, período 1996-2018)
Nota: Los países de América Latina en triangulo de color gris y los países de la OECD (excluidos Chile y México) en circulo color negro. Muestra de países de América Latina: ARG – Argentina, BOL – Bolivia, BRA – Brasil, CHL – Chile, COL – Colombia, CRI – Costa Rica, ECU – Ecuador, SLV – El Salvador, MEX – México, NIC – Nicaragua, PRY – Paraguay, PER – Perú, URY – Uruguay. Muestra de países de la OECD: DEU – Alemania, AUS – Australia, AUT – Austria, BEL – Bélgica, CAN – Canadá, KOR – Corea del Sur, DNK – Dinamarca, SVN – Eslovenia, ESP – España, USA – Estados Unidos, EST – Estonia, FIN – Finlandia, FRA – Francia, GRC – Grecia, HUN – Hungría , IRL – Irlanda, ISL – Islandia, ISR – Israel, ITA – Italia, JPN – Japón, LVA – Letonia, LTU – Lituania, NOR – Noruega, NZL – Nueva Zelanda , NLD – Países Bajos, POL – Polonia, PRT – Portugal, GBR – Reino Unido, CZE – República Checa, SVK – Eslovaquia, SWE – Suecia, CHE – Suiza, TUR – Turquía.
Fuente: Elaboración propia en base a datos del Banco Mundial.
- Resultados
Mediante el empleo de técnicas de datos de panel se encuentra que la calidad del gobierno tiene un efecto significativo y positivo sobre la IED en los países de la OECD y de AL. En otras palabras, se halla evidencia de que la calidad de las instituciones es relevante en la decisión de las empresas de invertir en el exterior, generando mayores niveles de IED en el país receptor. Adicionalmente, el efecto asociado a la variable calidad del gobierno obtenido para los países de la OECD es superior en relación con las economías de AL, indicando que países con altos niveles de calidad del gobierno, tienden a recibir mayores flujos de IED. Por lo tanto, podría afirmarse que las economías de la OECD y de AL con estándares de calidad institucional más altos, con marcos jurídico-institucional estables y claros, serían más atractivas como destinatarios de la inversión extranjera directa.
De este estudio es posible concluir que es esencial el diseño de políticas públicas que contribuyan a fortalecer la calidad del gobierno (optimizar la efectividad del gobierno, disminuir la corrupción, mejorar la calidad regulatoria y asegurar el estado del derecho), para lograr el potencial círculo virtuoso entre inversión extrajera directa y crecimiento de las economías.
Referencias bibliográficas
Concha, J. R., & Gómez, O. A. (2016). Análisis de atracción de inversión extranjera a países de la Alianza del Pacífico. Estudios Gerenciales, 32(141), 369–380.
Daude, C., & Stein, E. (2007). The quality of institutions and foreign direct investment. Economics & Politics, 19(3), 317–344.
IMF. (2009). Balance of Payments and International Investment Position Manual. 6th ed. (BPM6). International Monetary Fund.
Jadhav, P. (2012). Determinants of foreign direct investment in BRICS economies: Analysis of economic, institutional and political factor. Procedia - Social and Behavioral Sciences, 37(1), 5–14.
Rachdi, H., Brahim, M., & Guesmi, K. (2016). Determinants of foreign direct investment: The case of emerging markets. Journal of Applied Business Research (JABR), 32(4), 1033–1040.
Yang, B. (2008). FDI and growth: A varying relationship across regions and over time. Applied Economics Letters, 15(2), 105–108.
La versión completa del artículo se encuentra disponible en Documentos de Trabajo, DT 11/2022, del Instituto de Economía (FCEA-UdelaR): link.
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