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Los orígenes del grupo de referencia: ¿elección individual o herencia familiar?

Martín Leites (Universidad de la República)

Camila Paleo (Universidad de la República)

Xavier Ramos (Universitat Autònoma de Barcelona)

Gonzalo Salas (Universidad de la República)

¿Qué son los grupos de referencia? [1]

Se trata del grupo de personas con los que cada uno establece un punto de referencia para formar sus valores, gustos, y preferencias, y que influye en las actitudes que se tienen hacia otros y en las normas que orientan las acciones (Merton, 1968; Clark y D'Ambrosio, 2015).  

¿Por qué son importantes los grupos de referencia?

Los grupos de referencia son importantes para comprender el comportamiento individual. Los antecedentes a este trabajo han encontrado que las personas se comparan con otras para evaluar su bienestar o satisfacción en diferentes esferas de la vida (Easterlin, 1974, 1995; Clark y Oswald, 1996), medir sus habilidades (Festinger, 1954), proyectar su nivel de ingreso futuro (Hirschman y Rothschild, 1973), acceder a mejor información (Heffetz y Frank, 2011), decidir sobre que canastas de bienes consumir (Frank, 1985; Charles et al., 2009; Kaus, 2013; Heffetz y Frank, 2011), tomar decisiones de esfuerzo u oferta laboral (Boskin y Sheshinski, 1978; Piketty, 1998; Postlewaite, 1998; Bowles y Park, 2005; Austen-Smith y Fryer, 2005; Cullen y Pérez-Truglia, 2022), y formar preferencias (Heffetz y Frank, 2011; Bowles, 1998) o actitudes hacia la desigualdad o la equidad (Fehr y Schmidt, 1999, 2003; Clark y D'Ambrosio, 2015; Cojocaru, 2014).

¿Cómo se forman los grupos de referencia?

Existen diferentes hipótesis sobre cómo las personas forman sus grupos de referencia. Mientras que en algunos casos se argumenta que los individuos lo eligen activamente (elección endógena), otros autores sostienen que su relevancia y composición está determinada exógenamente por el contexto social donde vive cada persona y por la transmisión cultural de padres a hijos.

En línea con la primera hipótesis, varios modelos económicos asumen que la elección de los grupos de referencia responde a decisiones individuales para maximizar su bienestar, que pueden interpretarse dentro del marco tradicional de inversión en capital humano (Becker y Tomes, 1986; Falk y Knell, 2004; Austen-Smith y Fryer, 2005). En estos modelos, la elección de los grupos de referencia responde a preferencias individuales, aspectos de la psicología social, o la presencia de conductas estratégicas (Falk y Knell, 2004; Heffetz y Frank, 2011; Clark, 2012; Clark y D’Ambrosio, 2015). En contraste, las explicaciones basadas en la evolución cultural sostienen que los hijos imitan o adoptan los rasgos culturales de sus padres y otros individuos que conocen a lo largo de sus vidas (Bisin y Verdier, 1998).

¿Cómo se identifican los grupos de referencia?

Hay poca evidencia sobre cómo se identifican los grupos de referencia y se mide su relevancia. Uno de los principales antecedentes es el trabajo de Clark y Senik (2010) quienes usan un cuestionario con preguntas que buscan averiguar con quién se comparan (dirección de las comparaciones) y cuánto se comparan (intensidad de las comparaciones) los entrevistados. Los autores realizan dos preguntas. En la primera le piden a los entrevistados que, utilizando una escala del 0 (poco) al 6 (mucho), indiquen cuanto se comparan con otras personas. Esta pregunta es general, es decir, no se encuentra orientada medir la relevancia de potenciales grupos específicos de comparación. Luego, se les invita a los entrevistados a indicar cuál es el grupo de referencia más relevante de un conjunto delimitado de opciones. A partir de este estudio no podemos saber con cuántos grupos se comparan los individuos y cuál es la intensidad en cada caso, ya que las preguntas sobre la dirección y la intensidad no están vinculadas, y los encuestados no pueden elegir más de un grupo de referencia.

Friehe et al. (2018), en cambio, permiten a los individuos reportar la intensidad de la comparación en diferentes grupos. Nosotros retomamos este objetivo al diseñar nuestras preguntas. Adicionalmente, nos inspiramos en Duesenberry (1967), y enmarcamos las comparaciones en dos situaciones hipotéticas diferentes. La primera es un escenario asociado a la Oferta de trabajo, donde se invita a los encuestados a imaginar que se encuentran en una situación donde deben realizar una propuesta salarial para un nuevo trabajo que le han ofrecido. Se les pregunta con el salario de quien (y con qué intensidad) se compararían para hacer la propuesta, y se le presenta como opciones (no excluyentes entre sí) a los amigos, los vecinos, la familia, el sindicato, y personas con el mismo perfil que el entrevistado. El segundo escenario es de Crisis Económica, donde se pregunta a los encuestados si les importaría que sus ingresos cayeran por debajo del ingreso de los mismos grupos considerados en el escenario anterior.

¿Qué hacemos en la investigación?

Brindamos evidencia sobre la intensidad (cuánto) y la dirección (con quién) de las comparaciones de ingresos en un país de ingresos medios, Uruguay, y exploramos si la intensidad y la dirección de las comparaciones de ingresos dependen del origen familiar. En línea con el enfoque evolutivo, examinamos si los padres transmiten sus preferencias a sus hijos, estimando, por primera vez, la transmisión intergeneracional de los grupos de referencia. Además, a diferencia de estudios previos, verificamos si la intensidad y los grupos con los que se comparan los individuos son específicos del contexto (crisis económica u oferta de trabajo).

Como fuente de datos utilizamos el Estudio Longitudinal de Bienestar en Uruguay (ELBU). Se trata de una base que contiene información de los mismos entrevistados en distintos momentos del tiempo, y que incluye preguntas diseñadas para investigar cuáles son los grupos de referencia y cómo se forman. Estudiamos lo que sucede con individuos jóvenes que rondan los 20 años de edad y sus madres. Resulta clave que madres sean emparejados con sus hijos para examinar la transmisión intergeneracional. La evidencia sobre la formación de grupos de referencia en jóvenes de 20 años de edad es especialmente relevante porque, como argumenta la "hipótesis de los años impresionables", se trata de una etapa crucial de la vida durante la cual los individuos forman creencias que es poco probable que varíen significativamente en etapas posteriores (Inglehart y Baker, 2000).

¿Qué encontramos?

Nuestros resultados muestran que los individuos se comparan con varios grupos con diferentes intensidades. Esto está en línea con hallazgos anteriores (Friehe et al., 2018). Una primera novedad de nuestro estudio es que muestra por primera vez que tanto la intensidad como la dirección de las comparaciones de ingresos son específicas del contexto. Los individuos se comparan con distintas personas y con distinta intensidad cuando sus ingresos caen por causas exógenas, una crisis, que cuando deciden sobre el salario que les gustaría recibir al enfrentar una nueva oferta de trabajo. Nuestro principal resultado es la fuerte y robusta asociación entre las respuestas de las madres y sus hijos, lo que proporciona evidencia a favor de la hipótesis de que los factores exógenos son responsables de la importancia y el tipo de grupos de referencia con los que se comparan las personas. La intensidad y dirección de las madres es siempre el determinante más importante que explica la intensidad y dirección de las comparaciones de los hijos. Además, encontramos poca evidencia sobre posibles fuentes de endogeneidad en la formación de grupos de referencia, ya que la gran mayoría de las variables que usamos como control en las estimaciones (características de los jóvenes –por ejemplo, personalidad, logros educativos, y sexo-, de su entorno cercano/amigos, y de la familia) no son estadísticamente significativas.

El análisis de heterogeneidad muestra que para algunos grupos sociodemográficos la transmisión intergeneracional de los grupos de referencia tiene diferente importancia. Por ejemplo, esta transmisión es más alta en el caso de las hijas (respecto a los hijos) cuando el grupo de referencia refiere al vecindario de residencia. También encontramos que cuando la comparación refiere a la familia del entrevistado, la transmisión intergeneracional es menor en la capital del Uruguay, Montevideo, que en el resto del país.

Todos nuestros resultados son robustos a diversas estrategias aplicadas en el documento para mitigar los potenciales problemas de medición y consistencia, cuando se estima la transmisión desde las madres a los hijos e hijas. Utilizamos estimaciones con efectos fijos a nivel individual y familiar, y aplicamos la estrategia de variables instrumentales.

¿Por qué son importantes nuestros resultados?

En base a nuestro trabajo aportamos evidencia a distintos campos de la literatura. Primero, nuestro hallazgo sobre la importancia de la familia en la formación de grupos de referencia contribuye a la literatura, en su mayoría teórica, que investiga si los grupos de referencia son endógenos o exógenos. Al menos una parte de la formación de los grupos de referencia debe considerarse exógenas, y explicarse en base a la transmisión intergeneracional. En segundo lugar, encontramos una fuerte transmisión intergeneracional de los grupos de referencia que contribuye a la literatura empírica sobre la transmisión intergeneracional de normas, preferencias y valores. Esto nos ayuda a mejorar nuestra comprensión sobre la persistencia de las desigualdades y la pobreza. En tercer lugar, nuestro artículo también contribuye a la literatura sobre comparación interpersonal en al menos dos direcciones. Primero, proporcionamos nueva evidencia sobre la heterogeneidad de los individuos en la dirección e intensidad de las comparaciones. Nuestros resultados sugieren que las personas se comparan con más de un grupo, y la intensidad de comparación es heterogénea entre individuos y grupos de comparación. En segundo lugar, consideramos dos formas novedosas de medir la intensidad, más allá de la puntuación promedio simple en todos los grupos de referencia utilizados hasta ahora por estudios previos. Esto nos permiten verificar la robustez de nuestros hallazgos. Finalmente, contribuimos a la literatura sobre grupos de referencia al mostrar por primera vez que la intensidad y la dirección de las comparaciones interpersonales son sensibles al contexto en el que se enmarcan.

Referencias

Austen-Smith, D. y Fryer, R. G. (2005). An economic analysis of "Acting White". Quarterly Journal of Economics, 120(2):551–583.

Becker, G. S. y Tomes, N. (1986). Human Capital and the Rise and Fall of Families. Journal of Labor Economics, 4(3, Part. 2):S1–S39.

Bisin, A. y Verdier, T. (1998). On the cultural transmission of preferences for social status. Journal of Public Economics, 70(1):75–97.

Boskin, M. J. y Sheshinski, E. (1978). Optimal redistributive taxation when individual welfare depends upon relative income. Quarterly Journal of Economics, 92(4):589–601.

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Bowles, S. y Park, Y. (2005). Emulation, inequality, and work hours: Was Thorsten Veblen right? Economic Journal, 115(507):F397–F412.

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[1] Esta nota es producto de una investigación financiada por el Fondo Clemente Estable (2018) de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) - FCE_3_2018_1_149516.

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