Gabriela Acosta
Tamara Barht
Santiago Etcheverry
Luciana Lombardo
Esta entrada del Blog es realizada por los estudiantes Tamara Barht, Santiago Etcheverry, Gabriela Acosta y Luciana Lombardo, en el marco de la asignatura "Desafíos del Desarrollo Territorial" del Posgrado Economía y Gestión para la Inclusión. Una de las actividades de evaluación consistió en elaborar una entrada a un Blog sobre uno de los temas que se trataron en el curso. Compartimos aquí el resultado.
En el marco del posgrado, se propone en equipo un texto para blog. Nos ponemos los lentes de género para analizar las políticas públicas. La actualidad nos interpela:
¿Cómo está Uruguay con respecto a la metas propuestas al 2030 en términos de ODS?
Si nos detenemos en la meta 5.5 - “Velar por la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades de liderazgo a todos los niveles de la adopción de decisiones en la vida política, económica y pública”. ¿Hemos avanzado?
¿Cuál es la realidad en nuestro territorio, específicamente en los Departamentos de Salto y Tacuarembó?
La agenda de Desarrollo Sostenible al 2030 para LATAM y el Caribe, nos desafía e interpela como país y territorios departamentales, respecto a cómo están contribuyendo las políticas públicas (PP) con relación a algunas metas específicas.
La construcción de PP desde la perspectiva de “Género en el Desarrollo” contribuye al abordaje integral de los territorios; transversalizando diferentes dimensiones de la vida humana (económica - social - política - institucional - ético/cultural - ambiental).
Hagamos un recorrido histórico, sobre la Evolución de la construcción de las Políticas Públicas.
Las mismas partían con una visión de injerencia verticalista hacia el territorio y sus actores, donde se promovían acciones/proyectos similares en distintos lugares como “recetas” para atender las inequidades sociales sin considerar las particularidades de cada territorio o grupo humano con el que se planteaba intervenir. Se observan transformaciones favorables en las últimas décadas, se proponen construir las mismas a través de procesos participativos donde se incluyan a todos los actores del territorio desde la horizontalidad. Desde esta perspectiva se definen objetivos comunes, y se seleccionan las estrategias para el logro de éstos.
De igual forma encontramos diferentes enfoques de Género a través de la historia, partiendo de la concepción del rol de la mujer en el desarrollo, vinculado a su condición de madres y cuidadoras, junto a otros grupos vulnerables[1]. Desde un enfoque asistencialista, las mujeres eran receptoras pasivas del desarrollo[2] Desconociéndose al hogar y territorio como espacio de coexistencia de relaciones de poder.
¿Qué pasó en los ´70?
Es la “Década de la Mujer”, impulsada por movimientos sociales y feministas, se comienza a visibilizar la contribución de las mujeres al desarrollo, a través de diferentes enfoques de Género: enfoque de Equidad, mediante el cual las mujeres desempeñan un triple rol: reproductivo/ productivo/ gestión comunal. Enfoque Anti Pobreza, Necesidades Básicas Específicas, otros.
Se habla de un enfoque de “Mujeres en el Desarrollo” (MED); desde un rol pasivo en el que se abordan soluciones parciales e intervenciones específicas. Iniciativas que incluyen un componente de mujer, en la postura de subordinación en base a la exclusión del mercado laboral.
En la década de los 90, pasan a tener relevancia las relaciones de poder y de género, pudiendo entender la subordinación sufrida; dando surgimiento al enfoque de “Género en el Desarrollo” (GED). Incorporando nuevas categorías: equidad, sostenibilidad, empoderamiento, capacidades, descentralización, modernización, etc.
La Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (1995) marca un hito importante en cuanto a concebir la Igualdad de Género como Derecho Humano inalienable.
Hoy, ¿cómo estamos?
Continuamos en el desafío fundamental de lograr revertir la exclusión social de sectores vulnerables mediante un cambio de paradigma en la construcción de las Políticas, con una visión del desarrollo multidimensional, que necesita abordarse desde la interdisciplina; transversalizada con una visión de Género integral, equitativa, promotora de derechos y que le brinde sostenibilidad a la estrategia de Desarrollo de los territorios.
En resumen, desde esta perspectiva, es necesario posicionar a la mujer, como “Sujeto de Desarrollo” desde un lugar proactivo, desde un “rol protagonista” - no simplemente destinataria de las PP, sino copartícipes de las transformaciones en términos de equidad de Género. Al mismo tiempo, poder señalar que las PP para lograr mayor impacto deberían contemplar las especificidades y necesidades características de cada territorio.
En el 2005 se aprueba la Ley Nº 17.930, art. 377, que da origen al Instituto Nacional de las Mujeres del Ministerio de Desarrollo Social. En donde la aprobación de la Ley Nº 18.104
de Declaración de Interés General a la Igualdad de Derechos entre Hombres y Mujeres tiene como misión: “Garantizar la igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y varones, asegurando el acceso a los recursos materiales y simbólicos, y la plena y activa participación de las y los ciudadanos en el ámbito cultural, político, social y económico.”[3]
Aquí, se crea el Consejo Nacional de Género (CNG), “presidido por el Instituto Nacional de las Mujeres-Ministerio de Desarrollo Social (Inmujeres-MIDES), el cual pretende alcanzar la transversalización de Género en el Estado y promover un diálogo fecundo entre las instituciones y organismos públicos, las cámaras empresariales, la academia y las organizaciones sociales”. Promoviendo desde una mirada integradora la posibilidad de pensar un desarrollo sostenible. El mismo actualmente presenta limitantes al enmarcarse en un Ministerio específico, así lo expresa el Banco Mundial.
Con relación al desarrollo sostenible: "Si no se introduce la dimensión de género en el desarrollo, se pone en peligro el propio desarrollo. Y si las estrategias encaminadas a reducir la pobreza no potencian a las mujeres, no lograrán beneficiar a toda la sociedad"[4]
¿Cómo estamos con relación a las metas propuestas de desarrollo?
Cuadro 1. Rendimiento de los países de la región en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible a 2030
Ranking | País | Puntaje | Ranking | País | Puntaje |
1 | Chile | 73,68 | 13 | República Dominicana | 63,93 |
2 | Uruguay | 71,50 | 14 | Surinam | 62,98 |
3 | Costa Rica | 69,98 | 15 | El Salvador | 62,72 |
4 | Ecuador | 67,88 | 16 | Nicaragua | 62,57 |
5 | Argentina | 66,94 | 17 | Paraguay | 62,54 |
6 | Perú | 66,81 | 18 | Trinidad y Tobago | 60,34 |
7 | Brasil | 66,35 | 19 | Venezuela | 60,10 |
8 | México | 65,55 | 20 | Honduras | 58,09 |
9 | Colombia | 64,78 | 21 | Belice | 57,62 |
10 | Bolivia | 64,77 | 22 | Guyana | 57,42 |
11 | Panamá | 64,33 | 23 | Guatemala | 55,78 |
12 | Jamaica | 64,16 | 24 | Haití | 44,58 |
Fuente: Índice ODS 2019 para América Latina y el Caribe
A través de este cuadro comparativo entre países de LATAM y el Caribe, podemos visualizar cómo se encuentra nuestro país en relación con los ODS; posicionándonos en un lugar relativamente privilegiado en relación a otros del continente (2° lugar siguiendo a Chile).
En el reporte 2021 de ranking mundial, Uruguay se encuentra en el lugar 31 de 163 países. En relación al ODS 5, los desafíos permanecen para Uruguay y se encuentra mejorando moderadamente.
La Agenda 2030 plantea 17 objetivos con 169 metas y 241 indicadores que abarcan las esferas económica, social y ambiental. El ODS 5 comprende una serie de metas en torno a Equidad de Género, sin embargo, se torna inimaginable pensar en desarrollo sostenible, sin considerarlo un eje transversal a otros ODS.
Estado de Situación Objetivos de Desarrollo Sostenible
Fuente: CEPAL, INE: ODS en Uruguay
El INE junto con OPP y AUCI realizan el monitoreo de los ODS y sus indicadores [5]
Uruguay presenta grandes avances en: Democracia; Estado de Derecho; baja percepción de Corrupción; Movilidad Social; Libertades Civiles, Desarrollo de Gobiernos Electrónicos. Sin embargo, no podemos perder de vista que en el ranking mundial 2021, LATAM y el Caribe se encuentra por debajo de otros continentes y en un lento proceso de cumplir las metas para alcanzar los ODS al 2030.
Para el cumplimiento del ODS 5 se han obtenido avances (Plan de acción 2016-2019; Implementación SNIC, Ley de interrupción voluntaria del Embarazo en 2012, Ley de Cuotas, Ley Prevención y Combate a la Trata de Personas, Ley Integral para Personas Trans, Igualdad y No Discriminación en Base al Género entre Mujeres y Varones). Si bien estas acciones significan logros, en el Informe Nacional Voluntario 2022 se detallan algunas de las que aún faltan implementar[6].
En cuanto a la Meta 5.5: pese al aumento del número de mujeres que se han incorporado a cargos políticos en los últimos años, por la aplicación de cuotas especiales, solo alcanzan el 23,7% en el Parlamento. La situación no es mucho mejor en el sector privado, donde a nivel mundial las mujeres ocupan menos de una tercera parte de los puestos de dirección de nivel medio y alto[7].
En una breve revisión gráfica de la representatividad en las elecciones, nos encontramos con una baja representación parlamentaria.[8]
Cuadro 3: Candidaturas y cargos ocupados por sexo
a los ejecutivos departamentales 2010-2020 (en porcentaje)
Fuente: Tomado de Mujeres en el territorio, ONU Mujeres-FCS (2020)
Sobre el tercer nivel de gobierno, las cifras vienen a coincidir con la percepción que tenemos de nuestro entorno; una baja en la representatividad de mujeres alcaldesas, leve aumento en la representatividad de concejalas. Roles de menor peso en la toma de decisión, no remunerados, escasa responsabilidad y sin remuneración.
Cuadro 4: Concejalas comparación 2010-2020 (en porcentaje)
Fuente: Tomado de Mujeres en el territorio, ONU Mujeres-FCS (2020)
Cuadro 5: Concejalas comparación 2010-2020 (en porcentaje)
Fuente: Tomado de Mujeres en el territorio, ONU Mujeres-FCS (2020)
¿Cuál es la realidad en nuestro territorio, específicamente en los Departamentos de Salto – Tacuarembó?
Como hemos mencionado anteriormente nuestro país se encuentra bien posicionado en referencia al entorno regional sin embargo esto no se refleja a la interna dado que ninguno de los departamentos alcanza el nivel de desarrollo alto.
Los más favorables serían aquellos ubicados al Sur del Río Negro: Montevideo, Maldonado, Canelones, Rio Negro, Colonia y Flores. Los departamentos de menor nivel de desarrollo se encuentran en el norte y noreste: Artigas, Rivera, Salto y en el centro este Durazno y Cerro Largo.
Se destacan además los departamentos del centro este no solo presentan niveles desfavorables en la dimensión de acuerdo al promedio LATAM (IDERE).
A medida que dichos territorios se alejan de la capital del país, se comienzan a visualizar y profundizar niveles de partida desiguales, aumentan las brechas de género, volviéndose un desafío implementar acciones que contribuyan a transformar el peso de las heterogeneidades que profundizan las vulnerabilidades, la dependencia económica e inequidades de géneros.
Algunas características específicas de cada departamento llevan a que la división sexual del trabajo se acentúe en el interior del país. En las localidades más pequeñas y estratos bajos, se complejiza aún más la participación y representación en espacios de toma de decisión.
A continuación, se comparte el link del Observatorio de OPP, al cual se invita para observar los proyectos que se estarían ejecutando en nuestros territorios relacionados a los ODS.
Mediante el siguiente cuadro observamos la cantidad de proyectos que vinculan el ODS 5 con el resto de los ODS en los Departamentos de Salto y Tacuarembó. Entre las conexiones que observamos y la combinación en la que más se invirtió resaltamos la coincidencia de ambos departamentos vinculan el ODS 5 con el 9.
SALTO ODS 5+ | TACUAREMBO ODS 5+ |
ODS 3, 2 proyectos | ODS 4, 1 proyecto |
ODS 6, 1 proyecto | |
ODS 8, 1 proyecto |
ODS 8, 3 proyectos |
ODS 9, 19 proyectos Industria, Innovación e Infraestructura ODS 11, 3 proyectos |
ODS 9, 9 proyectos Industria, Innovación e Infraestructura |
Tanto en Salto como en Tacuarembó existen situaciones de desigualdad, al igual que en todo el Uruguay; en diversos ámbitos de la vida social se ven afectadas especialmente a las mujeres. Se reconocen algunos avances en determinadas dimensiones, pero persistiendo inequidades de género importantes, que requieren políticas públicas específicas.
Aportamos link sobre: Tasa de empleo por departamento y por sexo., donde se aprecian las brechas existentes. En este mismo sitio se encuentran diferentes indicadores sobre la situación de nuestro País, sus Regiones, Departamentos y Municipios, considerando entre otros, el corte de Género de acuerdo a la Encuesta Continua de Hogares.
Algunas reflexiones finales
Pensar en Desarrollo Sostenible nos obliga a trabajar para que nadie quede atrás considerando las necesidades diferenciadas de mujeres y hombres, y de la posición de desventaja de éstas con relación a los hombres (en términos de nivel de bienestar, de acceso y control sobre los factores de producción). Implica trabajar hacia una mayor igualdad de oportunidades, de resultados y un “empoderamiento” de las mujeres.
Plantearse metas de desarrollo sostenible para cada territorio, en particular Salto - Tacuarembó, debería desafiar y hacer reflexionar con una mirada multidimensional y multinivel considerando las características, capacidades y potencialidades endógenas, transversalizada en términos de Equidad de Género.
Proponerse el desafío de deconstruir aspectos socioculturales, actitudinales, comportamientos tradicionales que aún permanecen muy arraigados en el país, más aún en el interior; que encubren situaciones de discriminación, segregación, exclusión, así como limitan las oportunidades y desarrollo de libertades individuales.
La distribución del trabajo remunerado y no remunerado, el uso del tiempo libre en forma desequilibrada, sin lugar a duda influye en las posibilidades de acción-participación, asunción de compromisos, responsabilidades; así como también la habilitación de oportunidades reales y efectivas que tienen las mujeres para poder acceder a espacios claves de toma de decisión.
Respecto a las realidades de ambos territorios, entendemos que se encuentran atravesadas por localidades de gran tradición patriarcal. Con la tendencia a reproducir un sistema de inequidad y recorte de derechos. Por lo que se torna necesario promover un desarrollo endógeno que habilite a la conformación de nuevos espacios que sirvan para reflexionar y complejizar sobre nuestra realidad y sobre nuestro futuro.
[1]Posgrado "Economía y Gestión para la Inclusión" - Edición 2022-2023, recopilación de autores por parte de la Lic en Desarrollo Mariana Chiquiar; Faúndez (2007), Faúndez-Weinstein (2012), Zabala (2010).
[3] https://www.gub.uy/ministerio-desarrollo-social/sites/ministerio-desarrollo-social/files/documentos/publicaciones/Anexo%20INMUJERES.pdf
[4] Informe del Desarrollo Humano, PNUD, 1997 citado en https://aecid-ecuador.ec/wp-content/uploads/2018/04/GU%C3%8DA-DE-G%C3%89NERO-AECID.pdf
[5] https://www.cepal.org/sites/default/files/courses/files/ine-ods-en-uruguay.pdf
[6] https://ods.gub.uy/images/Informe_Nacional_Voluntario_Uruguay_2022.pdf
[7] https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=552068329009. Avances y desafíos del desarrollo sostenible en Uruguay y sus implicancias territoriales: Una mirada a la localización de los ODS en Tacuarembó
[8]https://lac.unwomen.org/sites/default/files/Field%20Office%20Americas/Documentos/Publicaciones/2021/03/El%20lugar%20de%20las%20mujeres%20uruguayas%20RV%20v03%20WEB.pdf)