Expectativas, incertidumbre y su efecto sobre el ciclo del PIB uruguayo
Pablo Tapie
Joaquín Torres Pérez
Esta entrada al Blog recoge los aspectos más relevantes del trabajo:
“Uncertainty and Business Cycle: An Empirical Analysis for Uruguay”.
Para acceder al artículo completo: https://doi.org/10.3390/engproc2023039097
Entender qué fenómenos son los que hacen que las variables macroeconómicas como el PIB (Producto Interno Bruto), la inflación, el tipo de cambio o el desempleo tengan movimientos crecientes, estables o decrecientes resulta de gran importancia para poder interpretar la situación económica y contribuir a la toma oportuna de decisiones. En particular, saber qué es lo que explica que la economía de un país atraviese momentos de expansión y de contracción permite a los países tener mejor información para prevenir posibles crisis o encauzar mayores tasas de crecimiento.
Bajo este interés, existe una reciente y creciente tendencia en la literatura económica que se ha centrado en la incertidumbre como un factor relevante detrás de los movimientos macroeconómicos. Según define la Real Academia Española, la incertidumbre es la “falta de certeza, que ocasiona duda o indecisión en las cosas”. Uno de los problemas que acarrea la incertidumbre a nivel económico es que los agentes pueden tomar decisiones sin disponer de la información adecuada o de la capacidad para procesar correctamente dicha información. La incertidumbre, entonces, puede afectar las decisiones que toman dichos agentes en términos de inversión, producción, consumo, ahorro, y, en consecuencia, afectar los resultados económicos.
Sin embargo, más allá de la relevancia que tiene el estudio de la incertidumbre económica en países que presentan alta volatilidad e inestabilidad, la evidencia empírica sobre este fenómeno es aún escasa en economías con estas características. En este sentido, siendo la economía uruguaya pequeña y abierta, altamente expuesta a shocks regionales e internacionales, resulta de gran interés analizar el efecto que puede tener la incertidumbre en el desempeño económico del país.
El desafío de medir algo que es incierto
Cuando tenemos como objetivo indagar en los efectos que posee la incertidumbre en la economía nos encontramos con un problema fundamental y es que la incertidumbre no es directamente medible. A la hora de hablar de la incertidumbre a un nivel individual, esta puede responder a diferentes cuestiones que pueden considerarse más o menos objetivas y otras que surgen desde la propia subjetividad inherente a cada agente. La esencia misma del fenómeno nos obliga, por tanto, a buscar aproximaciones indirectas para su medición. En este sentido, la literatura económica ha desarrollado diferentes estrategias para captar la incertidumbre.
Desde una óptica agregada, la descoordinación en las expectativas de los agentes puede ser entendida como una manifestación de incertidumbre dado que la misma está directamente vinculada a la incapacidad de evaluar con certeza el futuro. Es decir, si los agentes no están alineados en relación a sus expectativas sobre el futuro de, por ejemplo, la economía nacional, esto puede estar evidenciando que el contexto sobre el que se basan para tomar decisiones es incierto. A modo de ejemplo, si un tercio del total de empresas de la industria textil cree que la economía va a crecer, un tercio cree que va a caer y el restante tercio cree que va a permanecer constante, el sentimiento agregado es que no está claro qué va a suceder con la economía y por tanto, de incertidumbre.
A partir de la encuesta mensual a la industria manufacturera llevada adelante por la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU) desde 1998 que pone foco sobre las expectativas de las empresas, construimos indicadores que dan cuenta de cuán desalineadas están las expectativas de las empresas industriales. Nos centramos en las expectativas de las empresas sobre: i) la economía del país y ii) sus ventas en el exterior.
Las empresas tienen que explicitar sus expectativas y responder si consideran que para los próximos 6 meses esperan que la economía esté mejor, igual o peor y de igual manera responden acerca de sus ventas al exterior. A partir de estos indicadores y con el interés puesto en el corto y mediano plazo, exploramos la relación entre el ciclo del PIB uruguayo y estas medidas de incertidumbre.
La evolución de la incertidumbre en el pasado reciente
El gráfico a continuación muestra la evolución de los dos índices de incertidumbre, el referido a las expectativas sobre la economía (línea punteada) y el referido a las expectativas sobre las exportaciones (línea azul) y del ciclo del PIB. Ambos índices de incertidumbre se mueven en un rango que va desde 0 a 1, incrementándose el nivel de incertidumbre cuánto más cerca estemos de la unidad.
En el caso de la incertidumbre económica, la media del índice para todo el periodo es de 0,45, mostrando dos picos importantes en 2008 y 2020; que probablemente estén relacionados con la crisis financiera de 2008 y la aparición del Covid-19. Por otra parte, el índice relacionado con la incertidumbre de las exportaciones muestra una media de 0,58, lo que indica niveles más altos de desalineación de las expectativas en promedio en comparación con el índice de incertidumbre económica. Además, el índice de incertidumbre en las exportaciones no alcanza su máximo en 2008 y 2020, sino en 2002, momento a partir del cual se evidencia una caída. Esto podría estar evidenciando dinámicas diferentes detrás de los movimientos de cada índice, uno más vinculado a los shocks internacionales y el otro a shocks nacionales.
Por otro lado, la evolución del ciclo del PIB evidencia una disminución en su volatilidad posterior a la crisis 2003, momento donde se registra el menor valor de la serie, y hasta la crisis del COVID-19. Los movimientos del ciclo del PIB tras la crisis económica de comienzo de siglo muestran fases de crecimiento y contracción relativamente menores y estables.
Indicadores de incertidumbre y ciclo del PIB
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la CIU.
Cómo estudiamos el vínculo entre el ciclo del PIB y la incertidumbre
La estrategia para analizar la relación entre el ciclo del PIB y la incertidumbre utilizando los dos índices mencionados anteriormente consta de tres etapas: 1) analizamos la relación lineal entre las variables siguiendo una modelización ARDL que nos permite incorporar efectos tanto de la incertidumbre pasada y actual así como también del estado de la economía en los períodos anteriores; 2) testeamos la posible existencia de quiebres en la relación entre las dos variables; es decir, buscamos identificar períodos en los que la relación entre los fenómenos no haya sido estable; 3) en caso de encontrar dichos quiebres, volvemos a realizar un análisis de la relación permitiendo la existencia de no linealidades en la asociación.
Los resultados obtenidos
En primer lugar, efectivamente se encontró que la relación entre las variables no se mantuvo constante durante el período. Se evidencian quiebres fuertemente relacionados a dos hitos claves que sucedieron en estos años: la crisis de la economía uruguaya en 2002 y la crisis ocasionada por la pandemia COVID-19 (y previo enlentecimiento de la economía desde 2018).
En segundo lugar, a partir de la incorporación de estos quiebres en la modelización de la relación, se evidencia que el traslado de la incertidumbre al ciclo del PIB se desvanece a partir de la crisis 2003, lo que puede estar fuertemente asociado a la mejora en factores institucionales y en la solidez del sistema financiero uruguayo desde entonces. En efecto, se encuentra una asociación negativa y significativa entre la descoordinación de las expectativas y el ciclo del PIB entre 1998 y 2003, que parece dejar de ser significativa posteriormente.
En tercer lugar, bajo la posibilidad de que la asociación evidenciada responda a factores domésticos que puedan afectar la incertidumbre, incluimos como otro posible canal explicativo un índice de precios de bienes no transables, no vinculado directamente a los posibles determinantes de las expectativas sobre ventas al exterior. Incluso una vez incorporado este control adicional los resultados encontrados en los literales anteriores no varía en gran medida. De hecho, la dinámica se mantiene en ambos sentidos: se hallan los mismos quiebres y también una asociación negativa previa a la crisis que desaparece para los años siguientes.
Comentarios finales
Existe un consenso general de que contextos de mayor incertidumbre pueden provocar una disminución de la actividad económica y un menor crecimiento de la productividad. En este trabajo evidenciamos como la relación negativa entre dos medidas de incertidumbre y el ciclo del PIB parece haber disminuido posterior a la crisis del 2002; en línea con un fortalecimiento institucional en varios ámbitos (con fuerte foco en el sistema financiero), que acompañó un largo período de importante crecimiento económico. Este último resultado está en línea con otras investigaciones acerca de la transformación que atravesó la economía uruguaya tras la crisis de principios de siglo.
En el caso de Uruguay, por ser una economía emergente, pequeña y abierta, altamente expuesta a shocks regionales e internacionales, resulta clave reducir la incertidumbre y/o la capacidad que tenga esta de afectar la macroeconomía del país. El foco futuro está en seguir profundizando en el análisis de los determinantes de la incertidumbre, y en los efectos del fortalecimiento y cambios de las instituciones en el desanclaje entre incertidumbre y crecimiento.