Cecilia Chouhy
Cursar la maestría en economía fue una experiencia muy importante en mi formación profesional. Empecé la maestría en el año 2007, después de completar el curso de nivelación para no economistas y graduarme como socióloga. La maestría cuenta con una oferta variada de cursos dictados por académicos de primer nivel con experiencia directa de investigación en los temas que cubren. Cursar la maestría en economía me permitió entender el enfoque teórico y empírico de la economía en distintas áreas y solidificar un perfil interdisciplinario que me permitió vincular el estudio de distintos temas desde la economía y sociología. En particular, me permitió enfocarme en el estudio de temas vinculados al crimen. En esta área desarrollé mi tesis de maestría, profundizando en temas que investigaba desde la sociología. Este abordaje de la criminología desde distintas disciplinas fortaleció no solo mi postulación a programas de doctorado en criminología en EEUU sino también mi trabajo primero como estudiante de doctorado y posteriormente como profesora.
Fernando Esponda
Confieso que me anoté en la maestría en economía sin demasiado convencimiento, el último día, empujado por la inercia de dos amigos que también se anotaban. Años después estoy convencido de que ese impulso fue acertado, siendo un puntal para asentar la esencia de la profesión. Más allá de las materias específicas y el lenguaje técnico -en el fondo irrelevantes-, permite consolidar una forma de pensar: intentar simplificar realidades complejas, separar lo central de lo accesorio, nunca perder de vista las restricciones. La maestría en economía no es solamente un papel más para colgar en la pared (¿alguien cuelga sus títulos en la pared?); es la consolidación de un método para encarar problemas económicos, fundamental en el ejercicio académico o profesional.
Fernando Isabella
Empecé a cursar la maestría apenas terminé el grado en el año 2005. Sin embargo, después de algunas idas y vueltas por temas de la vida, la retomé con fuerza en 2010 y la terminé en 2012. La maestría me sirvió no sólo para entender más en profundidad la economía, sino para acercarme a la vida académica, a lo que implica hacer un proyecto de investigación y llevarlo adelante. Eso fue fundamental para plantearme seriamente dedicarme a la academia; a la docencia y la investigación que es lo que hago ahora. Así que puedo decir que la maestría en economía de la FCEA fue fundamental para construir mi proyecto de vida.
Soledad Salvador
Soy Soledad Salvador, culminé la Maestría en Economía en 2011. Cuando la inicié ya estaba trabajando hacía varios años y me gustaba en lo que estaba, por ello me pareció una muy buena oportunidad para avanzar en mis estudios en Uruguay. En general todas las materias fueron relevantes porque profundizaban temáticas que no estaban tan desarrolladas en la Licenciatura. Pero lo más significativo para mis intereses fueron los estudios distributivos y los análisis micro. Mis áreas de estudios son las desigualdades de género en el mercado laboral y la economía del cuidado, desde el enfoque de la Economía Feminista.